El cantante Harry Styles lanzó hace unos días su nuevo material discográfico que lleva por título Harry’s House, su tercer trabajo como solista que rinde homenaje a la cantante Joni Mitchell, con el que ya superó las reproducciones de la última obra de Bad Bunny en Spotify.
Con sonidos más livianos el cantante y compositor britanico le canta al amor y la angustia. Su música está llena de ideas que parecen querer traspasar las fronteras de lo que podría ser la música pop, y mucho menos la música pop que surge de la salida en solitario de un antiguo miembro de una boy band.
Su producción anterior mostraba a un artista pop que no tenía miedo de arriesgarse, con Fine Line empujando más límites que incluso su debut, pero manteniéndose cómodamente en la casa de la accesibilidad del pop. Frente a los dos anteriores, este parece mucho más íntimo, según confiesa el cantante, fruto de las reflexiones de la pandemia de COVID-19.
El primer single del disco vio la luz el 1 de abril de 2022 y habla del fin de una relación amorosa, del vacío que deja la ausencia, pero también muestra un punto de vista dinámico y casi espídico. Como ocurre con esas canciones que te ponen en las tiendas de ropa para que te des prisa, cojas lo que encuentres a la mano y pases a caja lo más pronto posible.
Sin duda, este disco encuentra universos que convergen y te teletransportan a un universo de gozo, aún más para los amantes de la música y los que todavía recuerdan a ese jovencito de cabello rizado que, con 16 años, entró al mundo artístico sin saber lo que le esperaba.
Lo cierto, es que Harry Styles no deja de crecer y eso es innegable para sus fans y para todos los mortales que no pueden resistir escuchar, por lo menos alguna, de sus ya famosas canciones.
