Soldados ucranianos avanzaban cautelosamente para recuperar territorio al norte de la capital del país ayer y retiraban los cadáveres de civiles de las calles tirando de ellos con cables en un poblado ante el temor de que las fuerzas rusas les hayan colocado trampas explosivas.
El presidente ucraniano Volodimir Zelenski advirtió que las fuerzas rusas en retirada estaban causando una situación “catastrófica” para los civiles al sembrar minas alrededor de las casas, abandonar equipo e “incluso los cadáveres de los caídos”. De momento no ha sido posible verificar sus afirmaciones de forma independiente.
Periodistas de The Associated Press en Bucha, un suburbio al noroeste de Kiev, observaron cuando soldados ucranianos, con el apoyo de una columna de tanques y otros vehículos blindados, utilizaban cables para retirar a distancia los cadáveres arrastrándolos en una calle.
Los lugareños dijeron que los fallecidos, de los que la AP contó al menos seis, eran civiles asesinados sin provocación por los soldados rusos en retirada.
“Estas personas sólo caminaban y les dispararon sin motivo”, dijo un habitante de Bucha que declinó dar su nombre por razones de seguridad. “En el vecindario de al lado, Stekolka, fue incluso peor. Abrieron fuego sin preguntar”.
Ucrania y sus aliados occidentales informaron sobre las crecientes pruebas del retiro de las fuerzas rusas de Kiev y sus alrededores y de que están siendo concentradas en el este de Ucrania.
El cambio aparente no significa un respiro para el país después de más de cinco semanas de guerra ni el próximo regreso de los más de cuatro millones de refugiados que han huido de Ucrania. Zelenski dijo prever que los poblados abandonados serán atacados con misiles y que la batalla en el este del país será intenso.
“Todavía no es posible regresar a la vida normal, como solía ser, incluso en los territorios que estamos recuperando después de la lucha”, dijo el presidente.
El enfoque de Moscú en el este de Ucrania también mantiene a la sitiada ciudad sureña de Mariúpol en la mira. La ciudad portuaria en el mar de Azov está en la región de Donbás, donde la mayoría de la población habla ruso y donde los separatistas respaldados por Rusia llevan ocho años luchando contra las tropas ucranianas. Analistas militares creen que el presidente ruso Vladimir Putin intenta expandir su control allí luego que sus tropas no lograron tomar Kiev y otras ciudades importantes.
El Comité Internacional de la Cruz Roja planeaba el sábado entregar suministros de emergencia en Mariúpol y desalojar a algunos de sus residentes. La Cruz Roja señaló que fue imposible llevar a cabo la operación el viernes porque no obtuvo garantías de que la ruta fuera segura. Las autoridades municipales dijeron que los soldados rusos bloquearon los accesos a la ciudad.
Rápida retirada del norte de Ucrania
Las fuerzas rusas realizan una “rápida retirada” de las zonas cercanas a la capital de Ucrania, Kiev, y de la ciudad Chernígov , en el norte de Ucrania, aseguró ayer el asesor presidencial ucraniano, Mijailo Podoliak. “Está bastante claro que Rusia escogió otra táctica prioritaria: retirarse hacia el este y el sur, mantener el control de vastos territorios ocupados y ganar un poderoso punto de apoyo allí”, escribió en Telegram.