El número de muertes por las fuertes lluvias que provocaron aludes e inundaciones en la ciudad brasileña de Petrópolis subió a 178, confirmó este lunes el cuerpo de Bomberos de Río de Janeiro.
La tragedia desatada el 15 de febrero ya es la más mortífera en la historia de esta urbe del estado de Río de Janeiro (sureste).
La cifra supera a la de otra catástrofe provocada por intensas precipitaciones, que dejó 171 decesos en febrero de 1988, de acuerdo con los registros de la alcaldía.
La búsqueda de sobrevivientes continuaba esta jornada, aunque oficialmente se han reconocido las escasas posibilidades de hallar sobrevivientes. La Defensa Civil debió accionar esta tarde sirenas en 15 localidades debido a la posibilidad de fuertes lluvias las próximas horas.
Un total de 104 personas permanecían desaparecidas, informó la Policía Civil. La cifra va disminuyendo a medida que se identifican los cuerpos recuperados y que familias reencuentran a parientes sanos y salvos.
La abrumadora lluvia convirtió las calles en ríos que arrasaron árboles, automóviles y autobuses, y provocaron deslizamientos en los barrios apostados en las laderas de las montañas que rodean esta ciudad de 300 mil habitantes, ubicada a unos 60 kilómetros al norte de la ciudad de Río de Janeiro.
En unas horas cayó un volumen de agua equivalente a un mes de lluvias sobre Petrópolis, una pintoresca ciudad turística que fue capital veraniega del imperio brasileño en el siglo XIX.