El destino de un niño de cinco años atrapado en un pozo desde hace más de 48 horas mantenía en vilo a Marruecos este jueves, mientras los socorristas trataban de salvarlo excavando un terreno contiguo, ya entrada la noche.
“El pequeño cayó en el pozo que estaba preparando. No pude cerrar el ojo en toda la noche”
Las operaciones de rescate se intensificaron por la noche en torno al pozo, constataron medios locales.
Un equipo de topógrafos fue movilizado y las excavadoras seguían retirando tierra, y ya alcanzaron una profundidad de más de 24 metros, precisaron autoridades locales.
Rayan cayó accidentalmente el martes por la noche en el pozo seco de 32 metros de profundidad, estrecho y de difícil acceso, excavado en las inmediaciones de su casa en una aldea cercana a la localidad de Bab Berred, en el norte de Marruecos, informó la prensa local.
“En un momento de inatención, el pequeño cayó en el pozo que estaba preparando. No pude cerrar el ojo en toda la noche”, declaró el padre de Rayan al sitio de información local Le360.
Según la agencia de noticias MAP, los rescatistas pudieron suministrar al niño “agua y oxígeno a través de tubos”.
“El salvamento del niño se acerca (…) Nuestros corazones están con la familia y rezamos a Dios para que vuelva a reencontrarse con sus familiares lo más pronto posible”, declaró el portavoz del Ejecutivo, Mustapha Baitas, tras un consejo de gobierno.
Los equipos de rescate, movilizados desde hace más de 48 horas, no pudieron bajar directamente al pozo porque “su diámetro es inferior a 45 centímetros”, indicó Abdelhabi Temrani, responsable de las operaciones, a la televisión pública Al Oula.
Los rescatistas también pensar en “ampliar el diámetro del pozo pero esto no era posible por el tipo de tierra, que podía llevar a un derrumbe”, explicó por su parte el portavoz del gobierno.
Por ello, se optó por excavar alrededor del pozo.
La situación del menor ha despertado una profunda emoción en el país y dado lugar a muestras de solidaridad en las redes sociales.