* A al médico cuando crecen abultamientos en cuello y axilas.
* Mala atención o tardía eventualmente será fatal.
* Indispensable acudir a revisión ante los primeros síntomas.
TIJUANA, B. C., (SBC).- El linfoma, es una inflamación de los ganglios que defienden al organismo contra diferentes agentes, ya sean infecciosos o químicos y se trata de un padecimiento que se presenta a cualquier edad y sin distinción de sexo.
El doctor Fernando Martínez Angulo, director de la Unidad de Medicina Familiar (UMF) número 34 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Tijuana, indicó que los ganglios se encuentran alrededor de los vasos sanguíneos, cuyo crecimiento anormal se detecta con la aparición de bolitas en el cuello, axilas o en la ingle.
Se acompaña de fiebre, sudor inexplicable, sobre todo por las noches, disminución de peso, dolor de huesos, cansancio, desánimo, pero lo más notable son las bolitas que tienen un crecimiento progresivo.
Indicó que el linfoma se divide en dos padecimientos conocidos como Enfermedad de Hodgkin y el Linfoma No Hodgkin, que son propias de los ganglios linfáticos.
La diferencia entre uno y otro radica en la evolución que registran y se distinguen, por medio de una biopsia.
El Linfoma no Hodgkin se considera más agresivo por el rápido crecimiento de la inflamación en el ganglio y también el más frecuente, pues se estima que de cada 4 a 5 casos de este tipo que se detectan en un mes, sólo 1 corresponde a Enfermedad de Hodgkin.
Aunque los factores de riesgo se incrementan en personas con enfermedades crónico-degenerativas como artritis, lupus heritematoso o aquellas que alteran la inmunidad, nadie está exento de padecerlo.
Martínez Angulo subrayó la importancia de hacer un diagnóstico temprano que permita mayores oportunidades de recuperación para el paciente.
Advirtió que cuando se trata de casos agresivos, la enfermedad avanza y eventualmente afectará diferentes partes del organismo, repercutiendo en la calidad de vida de quien lo padece.
Esta enfermedad llega a ocasionar la muerte, indicó, pues hay ocasiones en que el linfoma invade el sistema nervioso central y provocar una especie de tumor cerebral.
A efecto de garantizar una detección oportuna del padecimiento, es de vital importancia acudir al médico familiar, quien determinará si es necesario realizar una biopsia.
Informó que el Instituto cuenta con tratamientos que inician inmunoterapias, en las que por medio de anticuerpos se buscan los ganglios malos para destruirlos. Posteriormente, se trata con quimioterapias, que también eliminan las células afectadas. Dependiendo de los resultados obtenidos, es posible continuar con radioterapia, según sea el caso.
Estos tratamientos ofrecen la curación de la enfermedad hasta en 80 por ciento de los pacientes atendidos. Sólo a través de la valoración médica adecuada, se determinan padecimientos como éste de forma oportuna y se prescribe el tratamiento médico adecuado.