Dos explosiones que se registraron este martes en el aeropuerto de Cúcuta, en Colombia, causaron la muerte de al menos tres personas, entre ellas dos policías, informaron las autoridades.
El ministro de Defensa, Diego Molano, indicó que uno de los muertos es una persona que trató de ingresar al aeropuerto cargando un explosivo el cual “se activó, explotó y segó su vida”.
Minutos después, policías expertos en explosivos ingresaron al área e identificaron una maleta. “Al acercarse con todas las medidas de seguridad detona. Nuestros dos explosivistas ofrendaron la vida por la seguridad”, relató el coronel Giovanni Antonio Madariaga, comandante de la Policía Metropolitana de Cúcuta.
Las dos víctimas fueron identificadas como los intendentes William Bareño Ardila y David Reyes Jiménez. Eran técnicos antiexplosivos con experiencia y en el pasado habían desactivado un coche bomba con más de 300 kilos de explosivos.
Las autoridades trabajan en la identificación de los autores materiales e intelectuales del ataque y ofrecieron una recompensa de 100 millones de pesos, aproximadamente 25 mil 560 dólares, a quien dé información para esclarecer los hechos.
El presidente Iván Duque condenó en una declaración oficial el “ataque terrorista” e indicó que se trató de una “reacción que tienen los cobardes del terrorismo ante los golpes que ha venido asestando la fuerza pública… vamos a seguir quebrando todas esas estructuras del narcotráfico”.
En la zona rural de Cúcuta operan varios grupos armados como el Ejército de Liberación Nacional (ELN), considerado la última guerrilla activa de Colombia, y las disidencias de las extintas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), quienes se disputan las rentas del contrabando, el narcotráfico y el cobro a migrantes por los pasos irregulares.