Luego de que varios países alrededor del mundo, como Estados Unidos, Reino Unido, Canadá y Australia anunciaran que aplicarán un boicot diplomático a los Juegos Olímpicos de invierno de Beijing 2022, China lanzó una fuerte advertencia al asegurar que “pagarán” por su decisión “errada”.
EU, y el resto de las naciones afirmaron que este boicot diplomático es parar denunciar las violaciones de derechos humanos en China y el tratamiento de la minoría musulmana de los uigures, que constituye un “genocidio”.
“[Estos países] pagarán el precio de sus acciones erradas”
Pese a que la medida solo implica no enviar delegados del gobierno y no impedirá viajar a los atletas, Beijing amenazó el jueves con represalias.
“La utilización por parte de Estados Unidos, Australia, el Reino Unido y Canadá de la plataforma olímpica para una manipulación política es impopular y aislacionista e inevitablemente [estos países] pagarán el precio de sus acciones erradas”, dijo a la prensa el portavoz del ministerio chino de Relaciones Exteriores, Wang Wenbin.
Los Juegos previstos entre el 4 y el 20 de febrero, se verán afectados por las restricciones impuestas por China a la entrada de extranjeros por el COVID-19.
Esto implica que pocos dignatarios viajarán al evento, con la notable excepción del presidente ruso Vladimir Putin, que aceptó la invitación de su homólogo chino, Xi Jinping.
El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, confirmó también su presencia, según anunció este jueves su portavoz.
Y Francia, por su parte calificó de “simbólico” el boicot diplomático a los Juegos.
“Hay que ser claros. O decimos: ‘hacemos un boicot completo y no enviamos atletas’, o decimos: ‘intentamos cambiar las cosas con acciones útiles'”, dijo el presidente francés, Emmanuel Macron, durante una rueda de prensa.
Deterioro de las relaciones con China
Los cuatro países que impulsan el boicot han visto cómo sus relaciones con Beijing se deterioraban en los últimos años.
El Reino Unido, por ejemplo, critica a China por la represión de las manifestaciones prodemocracia en Hong Kong.
Por su parte, los vínculos entre Canadá y China estuvieron en su peor momento a finales de 2018 tras el arresto en Vancouver de la hija del fundador del gigante chino de las telecomunicaciones Huawei, por una orden de detención emitida por Estados Unidos.
Beijing respondió con el arresto de dos ciudadanos canadienses, pero en septiembre los tres afectados fueron liberados y repatriados.
El primer ministro británico, Boris Johnson, anunció el boicot ante el Parlamento, pero mantuvo la posición de los otros tres países de que los atletas deben participar.
En Otawa, el primer ministro canadiense, Justin Trudeau, explicó la decisión por la preocupación por “las violaciones a los derechos humanos del gobierno chino”.
En el caso de Australia, los vínculos pasan por una aguda crisis en los últimos dos años por las sanciones impuestas por Beijing a los bienes australianos.
“A todo el mundo le importa un comino si vienen o no”, dijo el miércoles el portavoz del ministerio chino de Exteriores.
El Comité Olímpico Internacional (COI) se abstuvo de comentar estas decisiones “políticas” y recordó que es una institución “neutral”.
“La integridad de los Juegos es la integridad de las competiciones deportivas y por eso nuestra atención se centra totalmente en los atletas”, dijo el miércoles Thomas Bach, presidente del COI.
ONGs apoyan el boicot diplomático
Varias organizaciones de derechos humanos han apoyado este boicot diplomático y la directora para China de Human Right Watch, Sophie Richardson, lo calificó como “paso crucial para desafiar los crímenes contra la humanidad del gobierno chino hacia los uigures y otras comunidades”.
Los activistas aseguran que al menos un millón de uigures y otras personas provenientes de minorías musulmanas han sido encarceladas en campos en Xinjiang, donde Beijing también está acusado de trabajos forzados y de esterilizaciones de mujeres.
China defiende que estos campos son centros vocacionales para luchar contra el atractivo que ejercen grupos de extremistas islámicos.