* Limpieza profunda, principal acción preventiva.
* Básico tener cuidado al utilizar insecticidas.
* Arañas violinista y viuda negra, presentes en la región.
TIJUANA, B. C., (SBC).- Con el incremento de las temperaturas, aumenta la proliferación de fauna nociva en los hogares y el riesgo de picaduras de animales ponzoñosos como las arañas.
El doctor Francisco Javier Camacho Reyes, director de la Unidad de Medicina Familiar (UMF) número 36 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Tijuana hizo un llamado a extremar la limpieza en casa y hacer revisiones constantes en roperos, clósets y bodegas.
Es necesario barrer bien debajo de las camas, sillones y otros muebles; revisar los zapatos antes de ponérselos, así como evitar cacharros en los patios que sirvan como refugio, ya que cumplen con las condiciones sombrías y húmedas que más buscan estos insectos.
En caso de utilizar insecticidas caseros, procurar hacerlo adecuadamente para no provocar intoxicaciones entre los miembros de la familia.
En cuanto a los efectos de una mordedura de arácnido, el especialista explicó que en caso de no atenderse en tiempo, pueden provocar afecciones del sistema nervioso central, producir destrucción de los glóbulos rojos e incluso, ocasionar la muerte, sobre todo si se trata de las conocidas como viuda negra o la violinista.
Explicó que la mordedura de viuda negra, provoca manifestaciones que son casi inmediatas como dolor abdominal, sudoración, dolor de tórax, calambres y sensación de quemazón en la zona de la mordida.
Para contrarrestar los efectos de la picadura de esta araña existe un antídoto que ayuda a evitar complicaciones al atenuar los efectos tóxicos, por lo que es vital acudir al médico.
En cuanto al piquete de la violinista, su veneno es un potente destructor de glóbulos rojos y aunque no hay antídoto contra los efectos de su mordedura, existen tratamientos para inhibir la reacción del veneno.
El ataque de este insecto produce una pequeña lesión ulcerosa, necrótica que crece conforme el veneno hace su efecto y se convierte en un cuadro más agresivo, que al invadir el torrente sanguíneo causa coagulación intravascular diseminada, trastorno que no permite la circulación y provoca fallas en los órganos vitales.
