“Un ardorcito” y listo: Cuba empieza a inmunizar con su propia vacuna

“El pinchacito, de momento me dio un ardorcito, pero me siento divina”, explica Cecilia Reyes, de 69 años, después de recibir la primera dosis de Abdala, uno de los dos proyectos vacunales más avanzados de Cuba y con el que La Habana ha empezado la inmunización de sus habitantes.

“Me siento divina, no me dio nada y ahora voy a trabajar, voy a hacer unas papas rellenas”

La isla, que ha concebido y desarrollado sus propios antígenos contra el coronavirus, se apresuró esta semana para iniciar la campaña de inmunización en poblaciones de riesgo, antes de terminar los ensayos clínicos de sus candidatas a vacunas.

Este tipo de campañas antes de concluir los ensayos se conocen como intervención de salud pública.

Las autoridades médicas tienen previsto autorizar en junio el “uso de emergencia y o un registro condicionado” para Abdala y Soberana 2 y así continuar con la inmunización masiva.

Sentada en un banco a la entrada del consultorio del médico donde fue vacunada en Regla, en el este de la capital, Reyes, que es hipertensa, cardiópata y asmática, pasa una hora bajo vigilancia médica, como lo establece el protocolo de vacunación. Todavía está un poco nerviosa y no para de hablar.

Sólo se queja de un pequeño ardor en el lugar del pinchazo. “Me siento divina, no me dio nada (ninguna reacción) y ahora voy a trabajar, voy a hacer unas papas rellenas”, declaró esta ama de casa.

También a la espera de la orden para regresar a casa, y sin sufrir ninguna reacción adversa, Ana María Cabrera (74) destaca que estaba “ansiosa por este momento”, ya que no oculta su preocupación “por todos los casos (de coronavirus)” que el país está reportando diariamente.

“Nos van a poner dos dosis de Abdala y la tercera es de Soberana 2”, dice Cabrera, reproduciendo lo que le explicó el doctor durante la entrevista inicial, en la que también indagó sobre sus dolencias, los medicamentos que toma, y le informó en detalle sobre el proceso.

El pequeño país tiene una larga historia de vacunas: bajo un embargo estadounidense desde 1962, Cuba comenzó a desarrollar sus propios remedios en la década de 1980. De las 13 vacunas de su programa de inmunización, ocho son de producción local.

La campaña comenzó este miércoles en cuatro municipios de la capital, incluido Regla, con los proyectos de vacunas Abdala y Soberana 2, los más avanzados de los cinco con los que cuenta la isla.

Cuba ya ha realizado ensayos de intervención con estos dos candidatos, pero a menor escala.

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