Finaliza en el CECUT la serie Ventana a mi Comunidad

* Este domingo 6 de diciembre se transmitirá el último episodio del ciclo documental que aborda la pérdida de la lengua de uno de los pueblos originarios de Baja California.

Semanario Balún Canán/ TIJUANA, B.C (SBC).- Miguel León-Portilla, el “tlamatini” (hombre sabio en náhuatl), dejó establecido en un poema que “Cuando muere una lengua/ entonces se cierra/ a todos los pueblos del mundo/ una ventana, una puerta […] Cuando muere una lengua,/ ya muchas han muerto/ y muchas pueden morir./ Espejos para siempre quebrados,/ sombra de voces/ para siempre acalladas:/ la humanidad se empobrece”.

Y de eso trata el episodio final del ciclo Ventana a mi Comunidad que el Centro Cultural Tijuana, organismo de la Secretaría de Cultura del Gobierno de México, transmitirá este domingo 6 de diciembre en punto de las 14:00 horas (tiempo del Pacífico) a través de la cuenta de Facebook cecut.mx, en el marco de la campaña nacional Contigo en la Distancia.

Luego de una veintena de episodios dedicados a los pueblos originarios de la península de Baja California –los kumiai, pa ipai, cucapá y kiliwa, a los que se añadió otro sobre niños jornaleros, pertenecientes a su vez a otros grupos étnicos del país–, la serie Ventana a mi Comunidad llega a su fin con un capítulo que alerta sobre las consecuencias de la extinción de las lenguas ancestrales.

Ventana a mi Comunidad es un ciclo de videos documentales que permiten asomarse a la realidad de los diferentes pueblos indígenas del país y que el Cecut ha difundido todos los domingos desde julio pasado. Para la narración de cada episodio, los realizadores de la serie, Joaquín Berruecos y Quetzalli Sotelo, eligieron a niños y niñas como voceros de sus pueblos, convencidos de que en ellos reside el último eslabón de transmisión de su cultura.

Con el título “La pérdida de la lengua”, el video consigna las opiniones de una de las últimas hablantes del idioma kiliwa, doña Leonor Farldow Espinoza, artesana y promotora cultural de su comunidad, y el investigador Arnulfo Estrada Ramírez, coautores del Diccionario Práctico de la Lengua Kiliwa, quienes lamentan la extinción de este idioma ancestral.

En 2018, Leonor Farldow Espinoza recibió el Premio Nacional de Artes y Literatura en el campo de Artes y Tradiciones Populares “por su labor social, política, de investigación y gestión cultural que ha contribuido a preservar y difundir las tradiciones del pueblo Kiliwa en Baja California”.

“Sus conocimientos ancestrales transmitidos durante generaciones”, añade el texto que acompañó el galardón, “han sido fundamentales para identificar numerosas especies de flora y fauna de su región, utilizadas en tradiciones medicinales, culinarias y artesanales”. A partir de la recuperación de las tradiciones de sus antepasados, publicó el libro Cantos, cuentos y juegos indígenas de Baja California y su labor ha sido de gran apoyo en los programas de rescate y enseñanza de la lengua kiliwa.

Leonor Farldow Espinoza nació el 10 de septiembre de 1936 en el rancho La Concepción, ubicado en la Sierra de San Pedro Mártir; de pequeña, vivió en Arroyo de León, el mayor asentamiento kiliwa hasta hoy, y El Tepi, en el municipio de Ensenada. Su padre era un cheroqui llamado Thomas Farldow y su madre Josefa Espinoza Cañedo, de ascendencia kiliwa.

Por su parte, Arnulfo Estrada Ramírez es originario de Chihuahua, pero radica en Ensenada desde hace más de 50 años. De profesión oceanólogo, egresado de la Universidad Autónoma de Baja California, se ha especializado en temas relacionados con la historia y las lenguas indígenas, con énfasis en el kiliwa, idioma en el que ha publicado cinco libros.

Es coautor de la traducción al kiliwa del texto explicativo de la Constitución política del país que se presentó en el marco de la celebración del Centenario de la Constitución mexicana en febrero de 2017 y al año siguiente fue designado cronista oficial de Ensenada.

En el video “La pérdida de la lengua”, Farldow y Estrada hablan de la problemática que representa para la comunidad la emigración de los jóvenes por falta de trabajo, lo que ha llevado al abandono de las tradiciones y a que se deje de hablar el idioma ancestral. En Arroyo de León, el mayor asentamiento kiliwa, quedan pocos pobladores y escasos hablantes de su lengua, condenándola a la extinción.

A la artesana y el investigador los acompaña el niño Aníbal Gabriel Albáñez Álvarez, quien refiere que su abuela Hipólita Espinoza Higuera, fallecida en abril de 2019, era una de las últimas hablantes de kiliwa, junto con su hijo Leandro Maytorell Espinoza, quienes aparecen en el video, lo que terminó de sellar el destino de la lengua de sus antepasados.

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