Recuperación de capa de ozono da esperanza ante nuevos retos

TIJUANA BC (SBC).- Es un orgullo que un científico mexicano haya sido clave para que la comunidad internacional instaurara hace 35 años el Convenio de Viena para proteger la capa de ozono, porque ya se eliminó el consumo mundial del 99% de las sustancias agotadoras de ozono y la capa podría recuperarse totalmente en el año 2060.

Así lo destacó el ingeniero José Carmelo Zavala Álvarez, titular de la Subsecretaría de Desarrollo Sustentable (SDS) del Estado, quien destacó la gran contribución del doctor Mario Molina, Premio Nobel de Química en 1995, luego de que esta semana, el 16 de septiembre, se conmemoró el Día Internacional de la Preservación de la Capa de Ozono.

En entrevista para el Centro de Innovación y Gestión Ambiental (CIGA), recordó que el doctor Mario Molina jugó un papel vital en estas negociaciones, porque él y su profesor Frank Sherwood Rowland fueron los primeros en señalar, en 1974, a los gases CFC (clorofluorocarbonos) como los responsables de la disminución de la capa de ozono.

“Fue una aportación de México para el mundo, el Protocolo de Montreal es uno de los acuerdos ambientales más exitosos, logró reponer la capa de ozono, que hoy se está cerrando; se requería de un acuerdo político entre gobiernos, comunidad científica y sociedad, y un mexicano lideró esos esfuerzos, esto ayuda a construir esperanza”, dijo.

Gracias a la vinculación que hemos tenido en Baja California, añadió José Carmelo Zavala, con Mario Molina, con El Colegio de la Frontera Norte y el Centro de Innovación y Gestión Ambiental (CIGA), fue posible que hace unos años se realizara un inventario de Gases Efecto Invernadero, mismo que fue dirigido por Rodolfo Lacy, del Centro Mario Molina.

“Esa vinculación ha sido posible gracias a que en Baja California existen muchos liderazgos que hemos venido trabajando por años en pro del tema ambiental, primero desde organizaciones de la sociedad civil y ahora, en mi caso particular, desde la Subsecretaría de Desarrollo Sustentable (SDS) del gobierno del estado”, consideró.

Recordó que al inicio de la presente administración estatal, se reestructuró el organigrama, convirtiendo cuatro secretarías en subsecretarías, para integrarlas en la Secretaría de Economía Sustentable y Turismo (SEST), que hoy encabeza el licenciado Mario Escobedo Carignan, resultando virtuoso el trabajo colaborativo para hacer frente a la actual pandemia.

“Al inicio fue cuestionada esta decisión, que disminuía la jerarquía de cuatro secretarías en el organigrama, con el tiempo ha ido apreciándose como una decisión de vanguardia, porque la realidad obliga a trabajar en conjunto, coordinadamente y de forma transversal, eso se requiere en toda la estructura del gobierno, pero este es nuestro piloto”, dijo.

Trabajamos, añadió Zavala Álvarez, en un equilibrio dinámico para mantener juntas estas variables de economía, medio ambiente, salud y sociedad; es un malabarismo político, social, administrativo y económico muy complejo, pero esta pandemia nos obliga a eso, así que trabajamos para evitar que se agrave la situación económica y de salud en el estado.

La capa de ozono es una franja frágil de gas que protege la Tierra de los efectos nocivos de los rayos solares, contribuyendo a preservar la vida en el planeta, pero en la primera mitad del siglo pasado se advirtió que algunas sustancias la destruían rápidamente, por lo que hace 35 años, con el Convenio de Viena, iniciaron los esfuerzos globales para protegerla.

“Las investigaciones que hicimos con respecto al adelgazamiento de la capa de ozono de la estratósfera culminaron con el Protocolo de Montreal”, recordó esta semana el doctor Mario Molina, quien a través del portal de internet del Centro Mario Molina reafirmó que hoy la capa de ozono muestra señales de recuperación.

Añadió que este acuerdo internacional fue un gran logro, ya que todos los países del planeta se pusieron de acuerdo para enfrentar el problema, dejando de producir los compuestos industriales que estaban afectando a la capa de ozono y hoy se ha comprobado que el Protocolo ha tenido una utilidad enorme, dado que ya se está recuperando la capa de ozono.

Las industrias también salieron ganando, finalizó Molina, ya que pudieron producir sustancias alternas que no dañan el ambiente, y prácticamente no perdieron recursos; es un ejemplo muy claro de cómo la sociedad, los gobiernos, la academia, la industria, y las organizaciones civiles se pueden poner de acuerdo y trabajar juntos a favor del planeta.

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