* El calor potencializa algunos síntomas de enfermedades respiratorias
* Contaminación, humo de automóviles e industria, los principales enemigos del sistema respiratorio
Tijuana BC (SBC).- La respiración es una función vital del cuerpo que pasa desapercibida por la mayoría de las personas. Sin embargo, quien tiene un padecimiento que le impide hacerlo correctamente enfrenta una de las sensaciones más angustiosas que se puede tener.
César Figueroa, director del Hospital General Regional (HGR) No. 20 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Tijuana, advirtió que, en estos momentos en los que se vive la emergencia sanitaria provocada por el COVID-19, se deben extremar las medidas de higiene personal. En especial en nuestra región, se debe poner mayor atención, ya que las altas temperaturas pueden comprometer el sistema respiratorio.
Explicó que los pulmones son el único órgano interno del cuerpo que se expone constantemente al medio ambiente externo. Las amenazas para la salud pulmonar están en todas partes y comienzan a una edad temprana, dijo.
“Por desgracia quienes vivimos en zonas urbanas somos expuestos a toda clase de polución, humos, contaminación automotriz e industrial, incluso por el humo de cigarro”, apuntó.
El entorno, los padecimientos como la EPOC (Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica), el asma bronquial y la alteración respiratoria del sueño son los más frecuentes, y provocan una limitación del paso del aire por las vías respiratorias, que puede dar lugar a síntomas como disnea (ahogo), tos y expectoración.
El especialista informó que “el calor puede hacer que los pacientes con estas enfermedades presenten un empeoramiento de sus síntomas, por lo que, durante el verano y los meses más próximos al mismo, en los que suele haber una elevación de las temperaturas, es una época en la que se debe estar atento a la evolución de la sintomatología y tomar ciertas precauciones”.
Explicó que el posible deterioro de la salud de las personas con enfermedades respiratorias se debe a que el calor provoca que el cuerpo tenga que trabajar más para mantener una temperatura corporal normal, con lo que se requiere más oxígeno. Por otro lado, las altas concentraciones de ozono, como consecuencia del mayor número de horas de sol y el aumento de la temperatura, también pueden contribuir al agudizamiento de los síntomas.
Comentó que, en los pacientes de más edad, otros procesos como la deshidratación, la descompensación cardiaca, la insuficiencia renal u otras comorbilidades (hipertensión arterial, diabetes mellitus u obesidad) pueden agravar la situación y requerir una atención especial e incluso el ingreso hospitalario del paciente.
En cualquier caso, dijo, la recomendación es acudir con su médico familiar en cuanto se presenten los primeros síntomas o la dificultad para respirar.