TIJUANA BC (SBC).- La contaminación lumínica es un fenómeno que repercute al desarrollo de la comunidad general, y a su vez, un problema relevante para la investigación astronómica. Fue el análisis principal de la segunda fecha del programa de las Charlas en Línea de El Trompo.
Bajo invitación especial al doctor Fernando Ávila Castro, miembro del Instituto de Astronomía de la UNAM sede Ensenada, la temática general fue “El lado oscuro de la luz: Contaminación lumínica”, de la que son varios impactos y a su vez ha dado pie a propuestas generales para fomentar un frente a la problemática.
De esta última Baja California generó la llamada “Oficina de la Ley del Cielo”, que, con la anuencia de municipios de Mexicali, Ensenada y de Tijuana, buscaron establecer el derecho a los cielos oscuros, a fin de favorecer tanto el tema de investigación como mitigar la afectación a la población.
A fines de 2019, se amplió a una ley federal que recibió aprobación por ambas cámaras del Congreso de la Unión, y el propósito esencial es eficientizar el uso de la iluminación artificial en núcleos urbanos, a nivel público como privado, lo que permite mejorar condiciones de seguridad e incluso ahorro en consumo.
Esta problemática en el tema de salud repercute en la ansiedad y trastornos del sueño, problemas de seguridad y accidentes en el caso de la actividad humana, mientras que, en las especies silvestres, altera los ciclos de vida y alimentación.
Además, a las investigaciones astronómicas el problema se refleja en el opacado a la luz de astros como estrellas, planetas, nebulosas o galaxias. El “cielo oscuro” ha permitido la observación visual, principalmente en la región norte y noroeste en el caso de México, mientras de Estados Unidos, en su área oeste.
