* En el marco del programa LaCulturaContinúa, destacarán este 29 de abril contenidos en torno a las vivencias que bailarines, coreógrafos, promotores y artistas de la lente han experimentado en torno a la danza en sus diversas especialidades como ballet, folclor, danzón, clásica, contemporánea
MEXICALI, B.C., (SBC).- La nutrida respuesta de la comunidad dancística a la convocatoria del Gobierno del Estado de Baja California, a través de la Secretaría de Cultura, para celebrar mediante redes sociales el Día Internacional de la Danza este 29 de abril, permitirá ofrecer una programación especial con testimonios, anécdotas, memorias y por supuesto danza.
En el marco del programa LaCulturaContinúa, destacarán contenidos en torno a las vivencias de bailarines, coreógrafos, promotores y artistas de la lente han experimentado en torno a la danza en sus diversas especialidades como ballet, folclor, danzón, clásica, contemporánea, a través de casi una treintena de videos.
Ante la suspensión de presentaciones, ensayos y otras actividades relacionadas ante el resguardo social, se convocó a una celebración virtual. “La idea fue motivar a un acto de comunión que nos mantenga en la esperanza, unión y contacto constante con nuestro público y entre todos nosotros”, afirmó Mara Gutiérrez, directora de Artes Escénicas de la Secretaría de Cultura.
El Día Internacional de la Danza fue instituido en 1982 por el Comité Internacional de la Danza del Instituto Internacional del Teatro (ITI) de la UNESCO con motivo del nacimiento (29 de abril de 1727) de Jean-Georges Noverre, bailarín y maestro, considerado el creador del ballet de acción o ballet moderno.
Desde entonces, el ITI asigna a una personalidad de esta disciplina para redactar un mensaje y este año se seleccionó a Gregory Vuyani Maqoma, (Soweto, 1973), bailarín, coreógrafo, docente, actor y fundador de Vuyani Dance Theatre (VDT).
Su texto dice: “Fue durante una entrevista que tuve recientemente cuando reflexioné profundamente sobre la danza. ¿Qué significa para mí? En mi respuesta tuve que analizar mi viaje y me di cuenta de que todo se trata de un reto; que cada día presenta un nuevo desafío que hay que enfrentar, y es a través de la danza cómo trato de dar sentido al mundo.
Estamos atravesando tragedias inimaginables en un tiempo que mejor podría describir como la era post humana. Más que nunca necesitamos bailar para recordar al mundo que la solidaridad todavía existe.
Nuestra danza debe más que nunca dar una fuerte señal a los líderes mundiales, a aquellos a quienes se les confía salvaguardar y mejorar las condiciones humanas, de que somos un ejército de pensadores furiosos y que nuestro propósito se esfuerza por cambiar el mundo paso a paso. La danza es libertad y a través de ella debemos liberar a los demás de las trampas que enfrentan en diferentes rincones del mundo.
La danza no es política, sino que se vuelve política porque lleva en su fibra una conexión humana y por lo tanto responde a las circunstancias en su intento de restaurar la dignidad humana.
A medida que bailamos con nuestros cuerpos cayendo en el espacio y enredándonos juntos nos convertimos en una fuerza de movimiento tejiendo corazones, tocando almas y proporcionando la curación que es tan desesperadamente necesaria.
Y el desafío se convierte en una sola danza, invencible e indivisible.
¡Todo lo que necesitamos ahora es bailar un poco más!”.
