ENSENADA BC (SBC).- Indudablemente la situación mundial actual referente al COVID-19 ha colocado al ser humano en un escenario que, si bien pudiera generar tristeza, frustración y descontento general, también tiene la potencialidad de catalizar las acciones solidarias, empáticas y compasivas.
En tanto, el Dr. Josué Aaron López Leyva, Coordinador Académico de la Ingeniería en Energías Renovables de CETYS Universidad Campus Internacional Ensenada, sostiene que el COVID-19 establecerá, sin duda, un nuevo umbral en la humanidad, el antes y después. Mientras tanto, todas las personas del mundo, y de México, deben de participar activamente, y no solo ser un espectador más.
Asimismo, refiere que los profesionales en las diversas áreas del conocimiento tienen una responsabilidad social clara, misma que radica en usar su profesión en favor de la sociedad.
“En primera instancia, los profesionales del sector salud son la primera línea de batalla, ¡una enorme responsabilidad!, pero de manera simultánea, todas las demás áreas del conocimiento debemos de coadyuvar y ‘tomarnos de las manos’ para responder de la mejor manera a esta situación de salud mundial”.
El académico e investigador enfatiza que, todos debemos de apoyar en este proceso de resiliencia frente a esta situación tan compleja. “Si antes el concepto de creatividad era un estandarte institucional y personal, es momento de salir a la lid usando dicho estandarte. Además, la innovación no se queda atrás, es momento de caminar desde un concepto abstracto que es generado por la creatividad hacia cosas tangibles que provoquen beneficios objetivos, sólidos y reales, los cuales son generados con la innovación”.
En este sentido, detalló que se debe de procurar la innovación de productos, tanto bienes y servicios, con el objetivo de ayudar al sector salud y población general. Alrededor del mundo ya se encuentran en función diversas innovaciones, así como diversos procesos que, por años se habían realizado de manera convencional, pero bajo esta situación de emergencia de salud han sido modificados con el objetivo de propiciar mejoras significativas que pudiesen traducirse en vidas salvadas en diversos países.
“Esta innovación de proceso se puede fundamentar en la adición de una nueva técnica, equipo y software a métodos de producción y distribución existentes. En particular, nuevos aparatos médicos para agilizar el diagnóstico, nuevas plataformas digitales para ayuda clínica, entre otras innovaciones de procesos son bienvenidas”.
Por otro lado, menciona que la organización de las personas dentro de las clínicas, institutos, etc., son muestra de la innovación organizativa, modificando drásticamente los métodos de trabajo, colaboración, toma de decisiones, etc., todo ello con el objetivo de tener una respuesta mucho más rápida, reducir la incertidumbre y minimizar los riesgos. Un ejemplo claro es la modificación de la educación, de una modalidad totalmente presencial, a una modalidad en línea, lo cual implicó una modificación radical en la manera de organizarse tanto de los docentes, alumnos y administrativos.
“Entendemos que el COVID-19 ha producido sentimientos no deseados, pero también nos ha ayudado a evidenciar y recordar que somos capaces, no desde el punto de vista de retar y ser intrépidos sin responsabilidad, sino más bien recordando que debemos de ser compasivos hacia los demás, responsables con nuestras capacidades, empáticos, profesionales, y al final de todo, seres humanos”, concluyó.