* Hablada en náhuatl, la película narra mitos fundacionales de la civilización azteca y fue proyectada en la Sala Carlos Monsiváis dentro del ciclo Grandes de Nuestro Cine.
TIJUANA, B.C. (SBC).- El maestro Juan Mora Cattlet, académico de la Escuela Nacional de Artes Cinematográficas (ENAC) de la UNAM, formador de generaciones de cineastas, entre quienes se cuentan Alfonso Cuarón, Emmanuel Lubezki y Ernesto Contreras, motivo por el cual recibió el Premio Internacional a la Excelencia Docente, considerado el Nobel del séptimo arte en el campo de la enseñanza, visitó este viernes 13 de marzo el Centro Cultural Tijuana, organismo de la Secretaría de Cultura del Gobierno de México.
El Mtro. Mora Cattlet acudió al CECUT para presentar su película Retorno a Aztlán en la Sala Carlos Monsiváis, donde charló con el público, en una función especial del ciclo Grandes de Nuestro Cine, que en los últimos meses se ha engalanado con la presencia de Rafael Aviña quien disertó sobre Germán Valdés Tin Tan antes de la proyección de El Rey del Barrio; Carlos Bonfil para presentar La Otra de Rodolfo Gavaldón; el Dr. Aurelio de los Reyes, especialista en cine mudo en México, quien conferenció sobre La Banda del Automóvil Gris, y los guionistas de Rojo Amanecer, Xavier Robles y Guadalupe Ortega, recordó el coordinador de la Cineteca Tijuana, Carlos Sarabia.
A su vez, el Mtro. Mora Cattlet acompañó la proyección de Retorno a Aztlán (In necuepaliztli in Aztlan), la primera película hablada enteramente en náhuatl filmada en México y cuyo estreno tuvo lugar hace 30 años, pero la que apreció el público reunido esa noche en la Cineteca Tijuana es una versión restaurada, de modo que pudo disfrutarse incluso en mejores condiciones que las de su debut en pantalla, sobre todo en lo que concierne al audio, que permitió escuchar con toda nitidez la música compuesta expresamente para la cinta por Antonio Zepeda, quien la interpretó con instrumentos prehispánicos durante la grabación de la banda sonora.
Si bien se trata de un largometraje de ficción, su temática versa sobre leyendas inmemoriales de los aztecas y cuyo argumento, escrito por el propio Mora Cattlet, está basado en cuatro mitos fundacionales de la civilización mexica que giran en torno a Aztlán, el lugar donde según antiquísimas leyendas procedían los aztecas antes de asentarse en el valle de Anáhuac.
Entre los mitos que recrea Mora Cattlet en su película figura el de los cinco soles, que habla de cuatro grandes eras que precedieron a la del quinto sol, Ollin Tonatiuh o sol de movimiento; el mito que da nombre a la película, Retorno a Aztlán, y la búsqueda de Coatlicue, madre de Huitzilopochtli, dios tutelar de los aztecas, ordenada por Moctecozuma Ilhuicamina o Moctezuma el Viejo, quien gobernó Tenochtitlan entre 1440 y 1469, para enfrentar la gran sequía que se abatió sobre su imperio en aquellos años.
Según explicó Mora Cattlet, para la escritura del guion de Retorno a Aztlán recibió asesoría de antropólogos, arqueólogos y otros expertos en la cultura mexica, al tiempo que se documentó en textos antiguos, entre los que citó trabajos de Bernardino de Sahagún, Fray Diego Durán, así como el Código Florentino, que consigna la gran sequía sufrida a mediados del siglo XV en el Valle de México.
Además de estar hablada en náhuatl, con subtítulos en español, otra de las cualidades más visibles de la película de Mora Cattlet es evitar el punto de vista eurocentrista para ofrecer su visión sobre hechos registrados más de medio siglo antes de la llegada de la Conquista.
Con las actuaciones de Rafael Cortés (Ollin), Rodrigo Puebla (Moctezuma), Socorro Avelar (Coatlicue), Rodrigo Franco (hechicero), José Chávez (Cuauhcoatl), Ramiro Huerta (guerrero águila) y Amado Sumaya (Tlacaelel), la película trata de mantenerse lo más próxima a los hechos descritos en las fuentes consultadas, explicó Mora Cattlet.
El director de la cinta señaló que el tratamiento de esta ficción etnográfica no admitía la forma de la tragedia europea, por lo que decidió mostrar esos mitos conforme a las fuentes en donde aparecen descritos y el resultado es una película que permite asomarse, tanto por su contenido como por su forma, al pasado antes de la llegada del hombre europeo.
“No se trataba de reconstruir el mundo prehispánico, que nadie sabe a ciencia cierta cómo era”, señaló el Mtro. Mora Cattlet al explicar que por ello decidió filmarla en sitios arqueológicos tal como se encontraban en el momento en que hizo la película para darle un toco de autenticidad.