El tiempo pasa y las precampañas transcurren con un desarrollo muy chafa. Será que ese es el nivel que nos merecemos los mexicanos o los políticos nos consideran niños que no tenemos todavía la capacidad de pensar.
Tímidamente, José A. Meade, lanza una que otra propuesta que todavía se encuentra en el terreno de los buenos deseos, no va a fondo.
Ricardo Anaya es toda una sorpresa, se hablaba de él como el joven maravilla y parece que anda escondido, no le vayan a encontrar más dinero del que ya le encontraron. Cree que con grabar spots con el niño que interpreta el tema de MC ya la tiene ganada. Increíble.
López Obrador sigue sin decir nada. Las ocurrencias que soltó a finales de 2017 y principios de este, fueron suficientes como para que casi todos los mexicanos reaccionaran y el tabasqueño mejor cerrara la boca por donde salen las ideas (aunque estas sean disparates) y abriera la que se encarga de sacar los insultos. Se retrata con su sonrisa burlona que le festejan sus fanáticos y anda en busca del cascajo político que no tiene espacio en otros partidos para que le traigan aunque sea un voto y lo sume a su desmedida ambición por el poder.
De los independientes, nada qué decir. Seguro ahorita ya están muy preocupados por la evidente trampa que se destapó en el INE y están viendo cómo maquillar las cosas o conseguir más votos, lo que se antoja imposible.
¿Será que eso nos merecemos?
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