* El Ing. René Murillo ofreció la conferencia “La Estrella de Belén y la Navidad” en el Domo IMAX dentro del ciclo Una ventana al Universo en colaboración con la Sociedad Astronómica de BC.
TIJUANA, B.C (SBC).- Sin ánimo de generar controversia en torno a creencias fuertemente arraigadas en la tradición religiosa, el ingeniero René Murillo, integrante de la Sociedad Astronómica de Baja California, aseguró que la famosa Estrella de Belén no fue sino un fenómeno espacial ahora muy conocido, pero que hace más de 20 siglos se interpretó, como tantos otros sucesos cósmicos, como una señal divina.
En realidad se trató de un acontecimiento conocido como alineación planetaria, que observado desde la Tierra da la apariencia de astros inmovilizados en el espacio, sostuvo el ponente.
Con el título “La estrella de Belén y Navidad”, el Ing. Murillo pronunció su conferencia este martes 3 de diciembre como parte del ciclo “Una ventana al universo”, que desde 1995 se lleva a cabo en el Domo IMAX del Centro Cultural Tijuana, organismo de la Secretaría de Cultura federal, en colaboración con la Sociedad Astronómica de Baja California.
Valiéndose de imágenes proyectadas sobre la esférica pantalla del IMAX, el conferenciante ofreció pormenores de una teoría alternativa a la versión bíblica sobre qué fue realmente la Estrella de Belén.
Tras señalar que existe abundante documentación, publicada por diversos astrónomos alrededor del mundo, donde se plantea que la Estrella de Belén fue, en efecto, un hecho real que se puede explicar mediante la ciencia, en contraste con la versión religiosa del mismo suceso.
Previamente, el conferenciante planteó el problema de cómo poder identificar a qué fenómeno conocido se le puede atribuir la presencia en el firmamento de la famosa estrella que, de acuerdo con la versión bíblica, guió a tres reyes de Oriente en su travesía a Belén, donde había nacido un niño que, según esa misma tradición, sería hijo de Dios.
Una de las dificultades que se debe tener en cuenta, dijo el expositor, es que en el pasado no había forma de saber qué era posible ver en el cielo, pues hace más de 20 siglos ni siquiera se había inventado el telescopio.
Para desarrollar una teoría que explique este fenómeno celeste fue necesario identificar qué es lo que hacía diferente a la Estrella de Belén de una estrella común para atribuirle simbolismos divinos, afirmó el Ing. Murillo al señalar que entre sus características distintivas se debe citar su luminosidad, tamaño y, sobre todo, su capacidad de mantenerse estática en el espacio.
El conferenciante apuntó que es razonable que la luminosidad extraordinaria que los antiguos observaron en la famosa estrella y que les causó tanta admiración, bien pudo deberse al alineamiento de planetas que visto desde la superficie terrestre produce un efecto de ilusión óptica.
Asimismo, la apariencia de mantenerse quieto en el cosmos se debe al efecto conocido como movimiento retrógrado en donde la traslación y el posicionamiento de la Tierra, y de lo que se observa en el espacio, produce la ilusión de cuerpos en reposo.
Con todos esos elementos, el Ing. Murillo reveló que el célebre episodio bíblico de la Estrella de Belén se debió al efecto ilusorio producido por la conjunción de Venus y Júpiter que, con la tecnología moderna, se ha podido comprobar que, efectivamente, estos dos planetas se encontraban alineados en el año 2 a.C., dato con el que concluyó su conferencia, el cual no dejó de causar sorpresa al público reunido en el Domo IMAX.
La siguiente sesión del ciclo Una ventana al Universo tendrá lugar en enero próximo.