POR MANUEL VILLEGAS
TIJUANA, B. C., (SBC).- Desde su creación y entrega formal en todas sus etapas, inaugurado oficialmente en octubre de 2006 por Vicente Fox Quesada, entonces presidente de la República, el Corredor 2000 ha recibido poco mantenimiento, sigue con deficiencias en la infraestructura, adolece de alumbrado y tiene múltiples fracturas y baches en los 42 kilómetros de recorrido desde la caseta de cuota Tijuana Tecate hasta el entronque con Popotla en Playas de Rosarito.
A juicio de expertos, policías, legisladores y residentes de diversas comunidades aledañas, la vialidad ocupa los primeros lugares entre las zonas con mayor conflicto vial, estadística de accidentes vehiculares y peatonales, y por el deterioro del concreto representa un peligro latente para los conductores del transporte normal, de pasajeros y de carga.
En un reciente recorrido se observó que persisten deterioros, siendo los más notorios a la altura del puente de la presa Abelardo L. Rodríguez, en ambos carriles y justo en el concreto donde se une la vialidad estatal con la estructura federal; y un hundimiento en el tramo de Norte a Sur justo al iniciar una curva adelante del arroyo Rosarito, donde se pueden observar marcas de llantas derrapadas, porque los conductores tratan de reducir el golpe con el concreto.
Aparte, se encontró en los recorridos que no existe suficiente señalización ni alumbrado, particularmente en la zona donde inicia el Quinto Municipio a partir del puente del arroyo referido; y que ya se retiró la vigilancia que por varios meses se instaló en un filtro preventivo a la altura del rancho El Toro, cuyas instalaciones fueron quemadas por desconocidos horas antes del cambio de gobierno municipal.
Residentes del fraccionamiento Natura, quienes esperaban transporte, indicaron que a diario toman taxis y autobuses en dicha vialidad, y que por falta de vigilancia y otros factores han sido testigos de “carreritas” de autos, tráilers y pipas; observaron atropellamiento de caballos y otras cabezas de ganado, y en general consideran peligrosa la carretera porque los conductores no respetan los límites de velocidad en zonas pobladas y áreas con pronunciadas curvas, sobre todo por las noches y en temporada de lluvias porque sigue cayendo escombro y piedras de las laderas.
Piden recursos para reparación
El diputado estatal Julio César Vázquez Castillo, refirió que recientemente presentó en el pleno del Congreso del Estado una solicitud para que el Gobierno del Estado, encabezado entonces por Francisco “Kiko” Vega de Lamadrid, destinara una partida para realizar la reparación del también denominado Bulevar 2000, lo que nunca tuvo respuesta.
Expuso que en su presentación recalcó que el deterioro de la vialidad ha causado aproximadamente 70 víctimas fatales, en diversos percances viales, y por ello los recursos solicitados para terminar con hundimientos y baches podrían detener estas muertes y accidentes.
“Se aprobó por unanimidad exhortar al titular del Ejecutivo del Estado, a efecto de que a la brevedad y con el propósito de evitar que continúen los accidentes fatales a lo largo del bulevar 2000, se destinen los recursos necesarios para reparar los baches y hundimientos; colocar señalamientos; dar mantenimiento a puentes peatonales y construcción de nuevos, así como para la colocación de alumbrado público”, dijo, aunque no se especificó un monto económico para estos trabajos.
“Quienes tenemos que transitar por esta vialidad, podemos describirla que está muy lejos de ser segura pese al alto índice poblacional que existe y que continúa creciendo en los alrededores; y se suma a esto la falta de señalización y alumbrado, entre otras, que han dado como resultado una vialidad caótica”, reiteró el legislador del Partido del Trabajo (PT).
Vázquez Castillo insistió en que, pese a que la vialidad se planeó como detonante del área metropolitana de la zona costa, a 13 años de inaugurarla aún carece de puentes peatonales que impidan accidentes, tiene insuficiente alumbrado público, carece de acotamientos para vehículos y señalización; y sus baches, hundimientos y nulo mantenimiento lo han llevado a ser conocido como “El bulevar de la muerte” por los residentes