El presidente de Honduras, Juan Orlando Hernández, fue identificado como cómplice de una conspiración en un caso de tráfico de drogas contra su hermano, según un documento presentado en una corte federal de Nueva York, Estados Unidos (EU), en el que también aparece implicado el ex mandatario de la nación centroamericana, Porfirio Lobo.
El hermano del presidente, “Tony” Hernández, comenzó en 2004 a establecer lazos con narcos, utilizando la influencia de su familia para proporcionarles, a cambio de sobornos, información sobre las operaciones de las agencias de la ley, con el fin de que pudieran operar libremente en Honduras.
Posteriormente, “Tony” se relacionó con un cártel hondureño y narcotraficantes colombianos, y se asoció con un político del Partido Nacional, quien, al parecer, sería Alexander Ardón, el ex alcalde de la comunidad fronteriza de El Paraíso, acusado por fiscales estadounidenses en enero pasado.
Las acusaciones de los fiscales señalan que “Tony” y Ardón se asociaron para traficar grandes cargamentos de cocaína cada mes.
El ex alcalde habría sobornado a funcionarios y financiado campañas tanto de Lobo como de Hernández a cambio de favores y protección, según el texto de la Corte.
El documento presentado en el tribunal neoyorquino hace alusión a un anexo que contendría los nombres de las personas implicadas en el caso, el cual se pidió que se mantenga sellado hasta después del juicio contra “Tony”, indicó la cadena Univision.
Hasta el momento, la justicia estadounidense no ha presentado ninguna acusación contra el mandatario hondureño, quien ha negado varias veces tener algún vínculo con narcotraficantes o haber recibido dinero procedente de alguna actividad ilícita.
El juicio contra “Tony” Hernández, quien fue arrestado en Miami en 2017, está programado para el 2 de octubre.
Orlando Hernández ganó la reelección en 2017 a pesar de los límites constitucionales y entre denuncias de fraude electoral.