*La presión migratoria asfixia a la Comar con el flujo excesivo de llegada en Chiapas.
La cercanía de Chiapas con Centroamérica rebasa la geografía. Los vínculos que unen a ambas regiones han protagonizado narrativas similares desde sus procesos sociales y geopolíticos; es una relación histórica con demanda de atención constante de ambas partes de la frontera y, en más de una ocasión, con repercusiones políticas internacionales.
De primera mano, en voces de los migrantes que traspasan la frontera al despegarse de su tierra. Desiré “N”, natal de Venezuela compartió su experiencia al llegar a México teniendo que dormir en las calles y buscando comida para ellos y sus familias.
Con malos pagos en su lugar de origen, los migrantes prefieren atravesar esta larga travesía en busca del sueño americano. José “N”, de Honduras quien cuenta cruzar Guatemala para llegar a México es complicado por las extorsiones que se viven por parte de las autoridades que no los dejan pasar a menos de darles el dinero que demandan. “En el río se aprovechan y te quitan hasta los teléfonos”, expresó.
Los últimos dos sexenios Chiapas ha sido gobernado por el Partido Verde y Morena, donde todas las contradicciones se vinieron encima de nuevo. Se ha regresado a prácticas como desatender algunas zonas que son prioritarias, la más importante es la de la seguridad y está la pobreza como un eje.
Ambos migrantes compartieron que llegando a la ciudad de Suchiate, Chiapas se acercaron a la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (COMAR), pero que esta se encuentra saturada y cuesta mucho recibir la ayuda entre 3mil y 6mil refugiados que se encuentran en espera.