El líder de Corea del Norte, Kim Jong-un, se mostró optimista de cara a celebrar “tarde o temprano” una nueva cumbre con el presidente estadounidense, Donald Trump, tras reunirse el domingo con el secretario de Estado de EU, Mike Pompeo.
Kim expresó su satisfacción por el “productivo” encuentro que mantuvo en Pyonyang con el jefe de la diplomacia estadounidense, a quien explicó sus propuestas para “resolver el asunto de la desnuclearización”, según informó hoy la agencia estatal norcoreana de noticias KCNA.
Pompeo, en la misma línea, valoró las conversaciones como “buenas y productivas”, y dijo que se lograron avances en materia de desarme y que se habló de celebrar “lo antes posible” una segunda cumbre entre Kim y Trump, durante un encuentro celebrado el domingo en Seúl con el presidente surcoreano, Moon Jae-in, a su vuelta de Pyonyang.
El secretario de Estado de EU explicó que Washington y el régimen acordaron establecer equipos de trabajo para tratar tanto la cumbre como el propio proceso de desnuclearización, y señaló que ambas partes seguirán “negociando para determinar la fecha y lugar” de esta nueva reunión de mandatarios.
Según la nota difundida hoy por la KCNA, durante el encuentro Kim valoró los “desarrollos positivos” en la situación de la península de Corea, y ambos representantes “intercambiaron opiniones y entendieron plenamente las posiciones mutuas”.
El líder supremo se mostró convencido de que “se realizará un gran progreso” en los asuntos tratados y en “que se alcanzará el objetivo fijado en las últimas conversaciones, para lo cual habrá ocasión en la segunda cumbre EU-RPDC (siglas de República Popular Democrática de Corea, nombre oficial del país)”.
Kim también expresó su optimismo sobre la continuidad de “las negociaciones basadas en una profunda confianza” entre los líderes de ambos países, y acerca de acordar “más pronto que tarde un buen programa” para la segunda cumbre bilateral.
El jefe de la diplomacia estadounidense, por su parte, detalló en Seúl que trató con Kim “las medidas que Corea del Norte debe llevar a cabo para desnuclearizarse, posibles visitas de representantes estadounidenses (a Corea del Norte) y la manera en que EU podría adoptar medidas correspondientes”.
Por el momento Washington no ha querido desvelar más sobre el contenido de las conversaciones en Pyonyang, ya que el propio Pompeo había indicado en días previos que hablaría “sobre los detalles de la negociación” para no comprometer el proceso.
En la cumbre intercoreana de septiembre Pyonyang se comprometió a desmantelar su central de Yongbyon, epicentro de su programa nuclear, si Washington adoptaba “medidas correspondientes” con base en lo acordado en la primera cumbre entre Trump y Kim en Singapur.
En esa cita ambas partes acordaron trabajar para la desnuclearización del régimen a cambio de asegurar la supervivencia del mismo, aunque desde entonces el diálogo se ha estancado debido a sus divergencias sobre cómo afrontar este proceso.