VENEZUELA (SBC).- El presidente venezolano Nicolás Maduro le recordó el lunes a Donald Trump que como aspirante a la presidencia por el Partido Republicano criticó la intromisión de Washington en los asuntos internos de otros países, y le planteó el reto de fijar un encuentro para debatir un cambio de agenda hacia su gobierno.
Maduro indicó en su cuenta de Twitter que Trump hizo campaña promoviendo la no intromisión de Estados Unidos en los asuntos internos de otros países. En ese sentido acotó que llegó el momento de cumplir y cambiar su “agenda de agresión” contra Venezuela por una de diálogo.
Durante un debate entre los precandidatos republicanos en febrero de 2016, Trump expresó que Libia estaría “mucho mejor” si su difunto dictador Moamar Gadafi todavía estuviera liderando el país.
En alusión al caos generado por el llamado Estado Islámico, agregó entonces el ahora mandatario estadounidense que tanto Gadafi como el depuesto presidente de Irak, Saddam Hussein, “eran realmente malos”, pero Estados Unidos estaría mejor si los políticos se hubiesen tomado un descanso “en lugar de ir a la guerra”.
El gobernante venezolano agregó que está dispuesto a dialogar en Caracas o Washington, sólo falta fijar la hora y el lugar “y ahí estaré”.
Las relaciones entre Estados Unidos y Venezuela han sido tensas desde la llegada al poder del ahora fallecido presidente socialista Hugo Chávez en 1999, y se acrecentaron los roces con el ascenso de Maduro, su sucesor y heredero político. El gobierno de Trump ha impuesto sanciones a docenas de altos funcionarios con el objetivo de presionar y debilitar el poder de Maduro, luego de argumentar que el gobierno venezolano violó los derechos humanos durante las protestas antigubernamentales del año pasado en las que murieron más de 120 personas.
Además, las sanciones prohíben efectuar transacciones en bonos emitidos por el gobierno venezolano y la petrolera estatal PDVSA.
Durante una gira por varios países de la región, el secretario de Estado Rex Tillerson señaló que Washington sigue analizando la posibilidad de restringir la venta de petróleo venezolano para aplicar una presión lo suficientemente fuerte como para poner fin a la crisis en Venezuela.