Javier Gil Ornelas; el Internet y la vida cotidiana

Por Cesar Pardo

Ornelas; como lo llamamos sus amigos y camaradas; fue el clásico militante consecuente, constructor de barrios, organizador, formador, sindicalista y académico; además con una alta moral que no permitió; jamás nunca; que la utopía (en el sentido filosófico de lo posible) sufriera cuarteaduras.
Lamentablemente mucha de las ideas de Ornelas no fueron depositada en textos y videos, sin embargo basta algunos puntos para ver el nivel de conciencia y formación; en sus últimos años, sin duda; fue su preocupación no solo la crisis en la enseñanza sino la nueva cotidianidad producida por la inteligencia artificial; veamos que nos decía en una breve charla vídeo grabada titulada: Innovación tecnológica, Reflejada en la conducta social. Y dice “basado en el desarrollo del entretenimiento pero también de la producción” y ahí básicamente (claro; es mejor ver el vídeo y ahí les dejaré el link) señala la inteligencia artificial como parte del desarrollo de las fuerzas productivas, cuyos efectos del hombre Prótesis le genera un alienación cuyos efectos en la vida cotidiana son fatales.
La vieja batalla por el tiempo se refleja en la cotidianidad, misma que es fragmentada deliberadamente para que el sujeto no piense colectivamente en sus asuntos cotidianos que tiendan al bien común y la cooperación; así como la vieja tradición de compartir el pan y la sal, ahí Ornelas señala “en lugar de comer con su familia; como se hacía antes; y comentar la cotidianidad, cada quien agarra su plato se va a su computadora a oír su música, en un aislamiento terrible”. Ver (1.-).
En su ensayo La Comunicación Educativa y la vida cotidiana docente, Ornelas señala “Los cambios vertiginosos del siglo XXI están rompiendo con los paradigmas pedagógicos y didácticos. Las estructuras sociales dinamitan los esquemas de la enseñanza-aprendizaje de los que llevan la praxis docente. Si bien la acumulación de las teorías y metodologías son base para el desarrollo del magisterio, éstas ya no responden a los requerimientos del entorno socio económico y cultural; las viejas prácticas son eso; anquilosadas e improductivas, por lo tanto se necesitan nuevos constructos para hacer el andamiaje teórico-práctico de la nueva realidad educativa.”
Esta crisis de conciencia afecta todas las áreas de la vida cotidiana, incluyendo por supuesto la política, lo social y lo económico; así mismo nos dice “En una pequeña investigación de campo, al interrogar a los alumnos, sobre sus necesidades intelectuales, emocionales y éticas, encontramos una ausencia de requerimientos de metas y objetivos que conlleven a niveles de una racionalidad que irradie una configuración simbólica de un proyecto de vida superior a lo establecido. Se denota una idolatría a la cultura de masas de la industria del entretenimiento, marcada por la banalización hedonista, torpe y efímera, donde la alta cultura artística de la literatura, artes plásticas, teatro y cine de contenido reflexivo y crítico brilla por su ausencia. Las utopías de justicia, igualdad y fraternidad son impensables, tan solo un pragmatismo y utilitarismo “light” alumbra su vida”.
Sin duda, lo que no cambia es la esencia misma de la ideología que viene reflejando el mando de los bienes de producción y su desarrollo como fuerza productiva; la reivindicación de otra ideología y otra cotidianidad es parte de nuestra utopía (repito; entendida como una posibilidad) y en ese contexto es la voz y la letra de Javier Gil Ornelas; esa es nuestra herencia.
Hoy 18 de septiembre, a un año de su ausencia, sin duda es más necesario.

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