*La presidenta de Alma Migrante compartió que la aplicación funciona como un sistema de lista de espera que complica las solicitudes de asilo a migrantes en la frontera, “es como un embudo, hay mucha incertidumbre”.
Recientemente el gobierno de Estados Unidos dio a conocer a través de un comunicado que estaría preparándose para continuar con el fin de la aplicación del Título 42 y anunció nuevas medidas para el control fronterizo, donde el objetivo es controlar las solicitudes de ingreso a este país de forma ordenada y segura.
En enero del año en curso anunciaron la puesta en marcha de la aplicación electrónica CBP One, un mecanismo digital que permite el registro y solicitud de una cita para “no ciudadanos, donde se programan fechas para presentarse en los puertos de entrada, facilitando llegadas seguras y ordenadas”.
En diálogo con LPO, la activista, abogada y fundadora de Alma Migrante, A. C. una asociación civil sin fines de lucro con sede en Tijuana, Baja California habló acerca de la nueva herramienta que se les está brindando a las personas que llegan a la frontera norte con el proposito de cruzar al “otro lado”.
Zamudio Campos, como directora ejecutiva expresó su punto de vista acerca de esta nueva estrategia por parte del gobierno estadounidense haciendo enfasis en que aún existen “puntos ciegos” que las autoridades no han sabido resolver, como la tardía respuesta de muchas solicitudes que no son resueltas mientras del otro lado de la frontera afirman día con día se resuelven casos por medio de este recurso.
A su vez, la abogada especialista en Argumentación Jurídica agregó que incluso se tienen problemas con el reconocimiento facial de migrantes con decencia afroamericana, imposibilitando el proceso de muchos casos que permanecen sin resolver.
“Las violaciones a derechos humanos que estaban presentes antes cuando no había app están presentes también ahora, finalmente la gente sigue detenida, es como un embudo que mantiene a la gente en territorio mexicano, sin certezas de por qué razón o de qué manera pueden acceder a Estados Unidos”, detalló.
De igual manera enfatizó que aunque uno de los beneficios que presume este nuevo proceso es brindarle a los migrantes un posible permiso de trabajo de 1 o 2 años en el extrajero, anticipa esto ocasionará un problema una vez que acabe este periodo pues traera de vuelta una ola de deportados, desprotegidos por la ley.
Graciela Zamudio reiteró que el programa parece tener buenas intenciones pero ha habido muchos problemas en su aplicación y manejo.
“Las autoridades estadounidenses nos han informado que su proposito promover que haya un ingreso más fluido de las personas sin embargo es algo que no está ocurriendo , yo no lo veo una ventaja, no está siendo efectiva”, aseguró.
“Simplemente les han impedido estar formados en espera de una respuesta, aunque ahi los tienen (…) Y eso no ayuda a nadie porque mientras más visibilizado es un asunto, más importante es para la sociedad”, agregó.
