Bailo, luego existo: De las letras a lo corporeo

A lo largo de estos párrafos me permito profundizar en el roce que dos artes pueden experimentar: danza y literatura, en específico el lenguaje poético que manejan dos grandes autores de la mítica Cuba. Hablo de Fina Garcia Marruz y José Lezama Lima, ambos significan puentes de encuentro pues como poetas lograron ver más allá de sus letras y versos, pasando de lo intelectual a lo corpóreo. 

Las ideas aquí se vuelven abstractas pero he aquí el propósito: encontrar la relación entre la poética de estos dos poetas con los elementos identitarios y básicos de la dancística.

La multiplicidad de relaciones entre la poesía y la danza a partir del movimiento, el lenguaje emotivo y las figuras referenciales en la poética de José Lezama Lima y Fina García Marruz, a partir del cual y con la ayuda de teóricos como Derrida o Chevallier, busco encontrar la salida o esclarecimiento. 

Conocer los elementos que unen estas dos artes amplía nuestra gama de percepciones en un par de poemas que, tal vez, más explícitos que otros, nos muestran esta conexión de sentidos, frases que nos llevan a pensar desde un movimiento hasta un cuerpo completo.

La intersección de dos artes danza y literatura en su forma poética surge debido a que ambas hacen uso de ritmo y figuras corpóreas y literarias en su composición, mediante figuras referenciales, lenguaje expresivo, movimiento corporales o la exposición del cuerpo como transmisor de emociones. 

Este campo es el que me interesa caminar para conocer de cerca cuales son los procesos, circunstancias o aspectos que llevan a un autor, en este caso específicamente a un poeta, a situarse en un arte que no domina pero que es capaz de expresar en palabras, una coyuntura importante, pues ¿quién intenta bailar cuando solo sabe escribir?

 

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