MEXICALI.- De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud, los padecimientos congénitos son la segunda causa de muerte en bebés menores a los 28 días y en niños menores a los 5 años; por ello, es importante recordar que la planeación del embarazo y un correcto control prenatal pueden reducir los riesgos, señaló José Rojas Serrato, director del Hospital Materno Infantil de Mexicali (HMIM).
Agregó que en el marco del Día Mundial de los Defectos de Nacimiento, este 3 de marzo, se sensibiliza la importancia de que tanto hombre como mujer se involucren en la planeación de un embarazo, por lo menos 3 meses antes de intentar la procreación.
Explicó que diversos factores pueden influir en que el embrión no tenga un desarrollo óptimo durante la gestación, dando así a varias posibilidades de que al nacer presente alteraciones congénitas.
“Déficit nutricional en el embarazo, uso de drogas lícitas o ilícitas, toma de algunos medicamentos contraindicados, problemas cromosomáticos, infecciones urinarias o de otra índole de la madre, como sífilis o la provocada por el virus del Zika, pueden ser causa de que el bebé no se desarrolle correctamente”, enfatizó.
Por su parte, la Secretaría de Salud Federal establece que los trastornos congénitos graves más frecuentes en México son las malformaciones cardíacas, defectos del tubo neural y el Síndrome de Down.
En el caso particular del HMIM, en sus casi 12 años de operaciones, las condiciones de nacimiento más comunes son: Cardiopatías congénitas, enfermedades metabólicas congénitas, trisomías, fetopatía diabética (bebé que nace con diabetes porque su madre la transmitió durante el embarazo) y gastrosquisis (exposición de intestinos).
Por otro lado, existe un esfuerzo institucional en el sector salud para ofertar pruebas posteriores al nacimiento que pueden apoyar a la detección oportuna de algunos padecimientos.
Por ejemplo, en el 2022 el HMIM realizó 2 mil 800 tamices metabólicos neonatales, que tienen como objetivo hacer la búsqueda de 5 padecimientos congénitos más comunes que pueden ser revertidos con tratamientos si se diagnostican a tiempo. Sífilis y VIH congénito son otras patologías que se pueden prevenir si existe un adecuado control prenatal.
“La toma de ácido fólico por parte de hombre y mujer, por lo menos tres meses antes de intentar la procreación puede reducir los problemas del tubo neural, por ejemplo. Recordemos que el nuevo ser lleva carga genética de ambos progenitores. Por eso la salud previa de ambos sí cuenta, y mucho, para reducir riesgos”, apuntó.
Sin embargo, no todos los problemas congénitos son de origen genético o hereditario, mucho influye el estilo de vida y los cuidados prenatales que tuvieron madre y neonato. Es mucho más de ir a una consulta mensual y un par de ultrasonidos.
“Estamos hablando de un plan integral de cuidados. Alimentación, vacunas, toma de ácido fólico, detección y atención de infecciones, estudios de laboratorios previos, evitar el consumo de drogas y ciertos medicamentos. El control prenatal va más allá de las visitas médicas cada mes. Se trata de un cuidado integral durante toda la gestación, a cada minuto”, concluyó.