El pequeño Edwin Ángel no murió por mordeduras de su perro ‘Duke’ sino presuntamente luego de ser agredido con un objeto punzocortante.
Es lo que investiga la Fiscalía General del Estado tras las primeras investigaciones.
Su familia que vive en la colonia San Martín pidió ayuda a las autoridades esta mañana luego de encontrar al menor en el patio donde estaba el perro de la familia.
El niño estaba manchado de tierra en todo el pecho, la cara del lado izquierdo y ambos brazos.
Eso es porque estaba boca abajo, describió un agente que participa en las investigaciones.
A los elementos de la Agencia Estatal de Investigación (AEI) de la Fiscalía General del Estado (FGE) les llamó la atención que el pequeño no tenía hendiduras por los colmillos del can.
Entonces solicitaron apoyo de personal de la Fiscalía de Homicidios Dolosos quienes al ver las heridas, optaron por coadyuvar en la investigación.
El pequeño tiene dos cortadas con un objeto punzocortante en el cuello, ambas mayores a tres y cuatro centímetros.
Del lado derecho otro corte pequeño debajo del pómulo y del lado izquierdo otros dos.
Así como dos cortadas con menor profundidad debajo del hombro izquierdo.
La FGE informó en un comunicado que por ordenó “la necropsia de ley correspondiente”.
Además de se indicó que van a interrogar “a los familiares del menor que se encontraban en el domicilio al momento en que se registró el hecho”.
En las fotografías tomadas al cuerpo como parte de las pruebas periciales, no se observa que el menor tenga mordeduras de defensa en sus manos y brazos.
Tampoco tiene desprendimiento de piel, como ocurriría en caso de una mordedura.