* Empresas como Konecta han emprendido paquetes de subsidios para aquellas comunidades en condiciones vulnerables.
Semanario Balún Canán/ TIJUANA, B. C., (SBC).- El internet ya no es un lujo ni un elemento adicional, pues a partir de la pandemia se convirtió en un servicio indispensable en las viviendas y aún más en los negocios, por lo que proveedores locales han logrado crecer en Tijuana, sobre todo en zonas alejadas y comunidades vulnerables a las que otorgan precios subsidiados.
Al respecto, Alan Gaxiola, representante comercial de Konecta de México, empresa proveedora de internet empresarial para pymes, residencial e internet móvil, indicó que Tijuana es un mercado muy grande, donde han podido colocarse como proveedor.
“En Tijuana estamos muy avanzados, pues tenemos ya un 98% de cobertura, tomando en cuenta todas las tecnologías que existen como fibra óptica y antenas de microondas, pero nuestro principal objetivo son las zonas alejadas, a donde las empresas prestadoras de servicio no pueden llegar”, anotó.
El especialista mencionó que esto es gracias a que cuentan con la tecnología para ello, toda vez que desde una torre de telecomunicaciones pueden alcanzar un radar de hasta 80 kilómetros.
“Eso nos ha permitido entregar servicios de conectividad en sitios apartados, donde el único requisito para el cliente es que cuente con energía eléctrica, pero también tenemos planes de subsidios para comunidades vulnerables”, apuntó Alan Gaxiola.
En ese sentido, explicó que Konecta ha apoyado en diversas zonas en condiciones menos afortunadas, como lo es el asentamiento denominado “cartolandia”, ubicado a las orillas del Arroyo Alamar.
“Ellos no tienen el servicio de energía eléctrica, sin embargo, formaron una asociación y, en coordinación con una empresa que está a un costado, se les proporciona el servicio a costos muy bajos, y que es algo que como empresa subsidiamos”, afirmó.
Y es que el directivo mencionó que anteriormente el servicio de internet era algo adicional en las viviendas, sin embargo, a partir de la pandemia se volvió algo de primera necesidad.
