* Cambiaría la imagen de Tijuana con la revegetación de áreas no susceptibles de desarrollo urbano, como parques lineales en el talud del canal del río, o el desarrollo de proyectos ecológicos en vecindarios que ayudarían a mejorar la calidad del aire.
Semanario Balún Canán/ TIJUANA, B. C., (SBC).- Baja California enfrenta una situación en la que la escasez de agua amenaza con convertirse en un obstáculo para el desarrollo de la región. Esta entidad fronteriza depende del agua que llega del Río Colorado y, para abastecer a la Zona Costa, requiere bombear a mil metros de altura a través de la montaña de La Rumorosa, con los costos económicos que esto representa y el riesgo permanente de que un desastre natural afecte el suministro.
Ante esta realidad, el reuso de agua es una solución que ya no es lejana. Durante la reunión de Coordinadores Nacionales del programa ambiental binacional Frontera 2025, se abordaron avances sobre proyectos serios. Uno de ellos es la recarga del acuífero en Valle de Las Palmas con agua tratada de las plantas de La Morita y Los Olivos de Tijuana.
Este proyecto representa una oportunidad importante para el aprovechamiento de estas aguas tratadas, que actualmente se vierten al canal del Río Tijuana y terminan nuevamente contaminadas. Sin embargo, es importante superar la barrera psicológica de saber que estas aguas son de origen residual, señaló el IBQ José Carmelo Zavala Álvarez, director del Centro de Innovación y Gestión Ambiental México A.C. (CIGA).
“Se trata de aceptar que no tenemos que esperar el ciclo natural del agua en esta región. Desde las montañas, el Río Colorado, Mexicali, Tijuana; usamos el agua un poco, la desechamos, la contaminamos y esperamos que el mar se evapore y regrese nuevamente a las montañas. Ya existen ciclos tecnológicos más cortos y tenemos la ingeniería suficiente para implementarlos”, detalló.
Otro de los proyectos de orden federal que se abordaron en la reunión binacional realizada en Tijuana es la recuperación de los 1,100 litros por segundo (Lps) de agua ya tratada en la Planta Internacional de Tratamiento de Aguas Residuales Tijuana-San Diego, que actualmente se vierte al mar a través de un emisor submarino. La planta binacional proyecta duplicar su capacidad a 2,200 Lps en los próximos tres años.
“Podemos ser ambiciosos con esos 2,200 Lps, y utilizar esa agua para llevarla hasta el Valle de Guadalupe, pensando en ella como una fuente alterna y reconociendo el ciclo del agua”. Detalló.
Egresado del Programa LEAD por El Colegio de México, José Carmelo Zavala planteó el aprovechamiento de esta agua en la revegetación de Tijuana, lo que daría como resultado la variación de los microclimas, islas de calor, y la mejora de la calidad del aire. Incluso algunas áreas de agricultura que existen dentro de la mancha urbana podrían beneficiarse.
“La reutilización del agua podría disminuir la presión sobre el acueducto del Río Colorado y reducir la necesidad de una planta desalinizadora. Bien implementado, su uso cambiaría la imagen de Tijuana con la revegetación de áreas no susceptibles de desarrollo urbano, como parques lineales en el talud del canal del Río, o el desarrollo de proyectos ecológicos en vecindarios que ayudarían a mejorar la calidad del aire”, abundó.
Finalmente, el director del CIGAMX reconoció a los gobiernos estatal y federal por estos planes de reuso de agua que se vislumbran en un futuro cercano, lo que genera optimismo y una mayor esperanza en el desarrollo de la costa del Pacífico de Baja California.