* Ana Lorena Sánchez, actriz de la cadena Telemundo, y el equipo de International Community Foundation (ICF) juntos en una jornada de voluntariado.
Semanario Balún Canán/ TIJUANA, B. C., (SBC).- La muy querida actriz de la cadena Telemundo, Ana Lorena Sánchez, reconocida por sus relevantes personajes incluyendo su última telenovela “La mujer de mi vida”, visitó las instalaciones de Fundación Tijuana Sin Hambre, donde compartió su tiempo para apoyar en la preparación y distribución de alimentos a personas en situación de calle. A esta noble labor se sumó el equipo de International Community Foundation (ICF), quienes acompañaron a la actriz en una jornada de solidaridad y apoyo comunitario.
Esta visita marca el regreso de Ana Lorena Sánchez a Tijuana, una ciudad que conoció hace cinco años y de la que quedó encantada. “Gracias por invitarme, Tijuana tiene una energía vibrante, llena de cultura y calidez humana. Siempre me sorprende la fortaleza y resiliencia de su gente, y poder regresar para contribuir de alguna manera es un honor para mí” expresó la actriz.
Desde temprana edad, Ana Lorena Sánchez se ha involucrado en iniciativas solidarias, lo que le ha permitido desarrollar una profunda empatía y compromiso por ayudar a otros. La actividad con Tijuana Sin Hambre incluyó la preparación y entrega de alimentos, y concluyó con la actividad de cuenta cuentos en albergue migrante movimiento juventud 200 y visita a casa YMCA.
Lety Martínez, Vicepresidenta de Filantropía de International Community Foundation (ICF), también expresó su satisfacción al formar parte de esta actividad, destacando la importancia de apoyar iniciativas que promuevan el bienestar y la dignidad de las personas en situación vulnerable.
La visita de Ana Lorena Sánchez a Fundación Tijuana Sin Hambre, subraya la relevancia del trabajo comunitario y el poder del compromiso social en mejorar la calidad de vida de la población vulnerable.
Fundación Tijuana Sin Hambre invita a la comunidad a sumarse a sus esfuerzos a través de donaciones o voluntariado porque un plato de comida también es un plato de esperanza.
