* El objetivo es que la industria gastronómica conozca los procedimientos correctos para contar con su trampa de grasas y su respectiva constancia.
Semanario Balún Canán/ TIJUANA, B. C., (SBC).- Con el propósito de mantener al gremio restaurantero en cumplimiento, la Cámara Nacional de la Industria de Restaurantes y Alimentos Condimentados (Canirac) organizó una plática con la CESPT sobre la obligación de las trampas de grasas.
Juan José Plascencia, presidente de Canirac Tijuana, destacó que como restauranteros es imperativo estar inscritos en el programa “Atrapa la Grasa”, a fin de evitar problemáticas como el taponamiento del drenaje.
“Es importante que los afiliados conozcan los tipos de trampas de grasa que deben colocar, cómo se limpia, cómo solicitar la inscripción, y todo aquello con lo que tienen que cumplir con la Comisión Estatal de Servicios Públicos de Tijuana (CESPT)”, apuntó.
El dirigente subrayó que la cámara cuenta con alrededor de 580 restaurantes afiliados, pero son cerca de 6,000 establecimientos en la ciudad, por lo que exhortó a acercarse al organismo empresarial para tener acceso a este tipo de capacitaciones que son gratuitas.
Por su parte, Gilberto Contreras, Jefe de Control de Calidad de la CESPT, indicó que los establecimientos que se dedican a la preparación y venta de alimentos están obligados a cumplir con la instalación de una trampa de grasas.
“Esta trampa debe contar con una constancia de que nosotros la emitimos, es la que define que el establecimiento cumple con el reglamento, es decir, que tiene el dispositivo correcto para retener las grasas y aceites”, comentó.
El funcionario explicó que las grasas son residuos y, por tanto, no son aptos para las tuberías de drenaje, debido a que ocasionan obstrucciones, mantenimientos correctivos, y derrames en la vía pública.
“Cuando los restaurantes no cuentan con esas trampas, la grasa se va al drenaje donde se enfría y poco a poco se convierte en un tapón, por ello está prohibido descargar este residuo”, expuso.
Gilberto Contreras recordó que desde el 2005 inició el programa “Atrapa la Grasa”, de forma voluntaria, pero a partir de 2017 se hizo obligatorio contar con la constancia y la trampa de grasas.
En ese sentido, dijo, es que se llevó a cabo esta plática con los afiliados de Canirac para darles a conocer el proceso para este trámite en el área de Control de Calidad, lo que se hace cuando el personal acude a inspección, así como la manera de instalar el dispositivo de forma correcta.
Finalmente, advirtió que cuando el usuario no está inscrito en el programa y no cuenta con su constancia vigente, la multa va de 20 hasta 100 UMAS, mismas que equivalen a 108.57 pesos cada una, por día, de manera que recomendó a los restauranteros cumplir con esta obligación.
