* El no saber gestionar las emociones puede desencadenar trastornos afectivos que requieren de atención con especialistas capacitados.
Semanario Balún Canán/ TIJUANA, B. C., (SBC).- La depresión y la ansiedad son padecimientos afectivos que se observan con una tendencia a la alza, sobre todo desde la pandemia, debido a que las personas no saben cómo gestionar sus emociones ni su tiempo libre.
Así lo indicó Carlos Olmos, coordinador médico Oceánica, quien señaló que la pandemia detonó problemas como la ansiedad y la depresión en todos los sectores de la sociedad, desde niños hasta adultos mayores.
“La depresión es una enfermedad incapacitante caracterizada por un estado de ánimo bajo, donde quien la padece pierde el interés por realizar actividades y se caracteriza por la presencia de un estado de ánimo bajo que afecta el funcionamiento social”, anotó.
Refirió que en este tipo de padecimientos aparecen síntomas como fatiga o pérdida de energía, insomnio, disminución de peso, culpa, disminución de la concentración, pensamientos recurrentes de muerte, tristeza y agitación.
En tanto, la ansiedad generalizada es un trastorno que tiene como principal síntoma la ansiedad y el miedo, ambos tan intensos, desproporcionados o constantes que afectan la vida de la persona, dificultando su capacidad para trabajar, estudiar, y/o convivir, aparecen en situaciones o momentos que no deberían ser estresantes y quien la padece experimenta gran dificultad para manejarla.
“Cada vez vemos que las personas no saben gestionar su tiempo libre, cómo canalizar sus emociones hacia algo positivo, por lo que es importante acudir con un especialista”, apuntó.
El coordinador mencionó que en el 2020, de los 128 millones de personas que conforman la población mexicana, el 19% presentó algún rasgo de prevalencia de trastornos como la ansiedad o la depresión, cifra que se considera preocupante.
Y es que explicó que cuestiones como el duelo, el encierro, la distimia, la propia convivencia familiar, la falta de convivencia social a causa de los dispositivos electrónicos, pueden ser algunos factores que desencadenen situaciones de depresión o ansiedad.
Por su parte, Mario Gerardo Arias Valdez, director clínico de Oceánica, destacó que a lo largo de 30 años, Oceánica realiza una minuciosa investigación de la historia clínica de quienes aplican para su programa de trastornos afectivos, esto a través de especialistas.
“Mediante este historial clínico podemos diagnosticar con precisión cada uno de los casos y ofrecer una solución de tratamiento a la medida en donde el tratamiento médico, psicológico, conductual y sistémico se conjuntan para que la persona logre el desarrollo de habilidades que mejoren su capacidad de afrontar la vida con un fortalecido estado de ánimo”, afirmó.
El directivo recordó que Oceánica es una clínica de rehabilitación ubicada en Mazatlán, Sinaloa, cuya misión es el cuidado de la salud mediante la atención a quienes sufren de una adicción, a través de programas de prevención y tratamiento de probada eficacia para alcoholismo, drogadicción, codependencia, ludopatía, trastornos de alimentación: anorexia y bulimia, farmacodependencia.
“La metodología de tratamiento de Oceánica está basada en la evidencia y cuenta con un perfecto balance entre la neurociencia y lo holístico, donde hemos atendido a más de 8,200 pacientes y 16,000 familiares con cada uno de sus tratamientos”, concluyó.