*Relatando la violencia y persecución que sufren por parte de bandas del crimen organizado manifestantes demandan agilidad en sus trámites de solicitud de asilo político.
A través de las cartulinas y consignas que se gritaron durante la protesta, los manifestantes hicieron saber que son víctimas del crimen organizado, principalmente del Cártel Jalisco Nueva Generación (CING) o de la Familia Michoacana.
Desde el año pasado, fecha en que instalaron un plantón en el llamado Chaparral y de donde fueron desalojados por las autoridades municipales debido al descontrol, falta de seguridad e higiene para los propios migrantes, los desplazados por la violencia han compartido cómo el crimen organizado les ha arrebatado familia, tierras, hijos para sumarlos a sus filas o pequeños negocios.
No solo se trata del despojo de tierras, los cárteles además amenazan de muerte a las personas que se atreven a defenderse o a dar parte a las autoridades por los crímenes que se cometen, sin embargo, el Gobierno de Michoacán ha insistido en señalar que las mujeres desplazadas que se encuentran en Tijuana es por un tema de violencia de género y no del crimen organizado.
El director municipal de la oficina de Atención al Migrante de esta ciudad, Enrique Lucero, llama “migración silenciosa” a estos grupos de mexicanos desplazados por la violencia y quienes, a diferencia de los ucranianos, rusos, haitianos, centroamericanos o venezolanos, no arriban a la ciudad en caravanas ni cuentan con toda la atención mediática, pero aun asi comprenden la migración más grande de la frontera,
Con un microfono y una bocina, la comitiva replicó testimonios donde relataron las terribles circunstancias que los hicieron huir. “Más de 100 mil hectáreas son quitadas a los desplazados por el crimen organizado en Michoacán”, decía una de las cartulinas de los manifestantes afuera del Consulado de Estados Unidos en Tijuana.
Los albergues en la ciudad constantemente multiplican sus números y las organizaciones civiles operan a marchas forzadas, por lo que la alcaldesa Montserrat Caballero de la mano del gobierno municipal inició recientemente con la campaña “Adopta un albergue” en la que invitan a la sociedad a ser solidaria con las organizaciones que reciben a las personas en contexto de movilidad que llegan diariamente a la ciudad.
Según el director para la atención al migrante del ayuntamiento, Enrique Lucero, son 30 albergues que requieren de un apoyo colectivo de la comunidad de ambos lados de la frontera.
“Sabemos que ahorita los albergues están a su máxima capacidad y que requieren de alimento, de atención médica o de insumos para remodelar el albergue, ampliarlo y por eso estamos haciendo esta convocatoria”, dijo.
