MEXICALI.- En el Sistema Penitenciario de Baja California, las personas privadas de la libertad evocaron a sus familiares fallecidos en el “Día de muertos”, y desde muy temprano acompañaron su bebida preferida con el pan de muerto elaborado por los egresados del taller de panadería de cada Centro Penitenciario, asimismo dedicaron a sus seres queridos el altar.
La comisionada del Sistema Estatal Penitenciario (CESISPE), Ma. Elena Andrade Ramírez se mostró muy contenta por el resultado de la capacitación que reciben quienes con una gran disposición de aprender se enlistan en diferentes cursos para el trabajo en oficios útiles para su reinserción social, cuyo objetivo es que puedan obtener más y mejores ingresos para ellos y sus familias.
Destacó que mientras los panaderos de los Centros Penitenciarios y de los Centros de Internamiento para Adolescentes, se esmeraron en la producción del tradicional pan de muerto, al mismo tiempo, otras personas privadas de la libertad elaboraron altares de muertos donde se destacaron las calaveras y desde luego, “La Catrina”, que hicieran tradicional en la cultura mexicana el artista plástico, grabador y caricaturista José Guadalupe Posadas y el muralista Diego Rivera.
Agregó que en el Centro Penitenciario de Tijuana, al igual que en los otros centros, las y los privados de la libertad, dieron a conocer satisfactoriamente sus conocimientos aprendidos en los talleres de capacitación para el trabajo; de tal manera, que con su depurada técnica, construyeron altares de muertos y en el Centro de Tijuana una catrina vestida de charra de cartepiza que fue elaborada por las manos de las mujeres privadas de la libertad.
Andrade Ramírez mencionó que quienes elaboraron el pan de muerto son personas privadas de la libertad que se encuentran laborando en calidad de servidores, quienes recientemente recibieron el curso “Técnicas para mejorar la calidad en panadería” que se realizó en el Centro Penitenciario de Tijuana, en coordinación con la Panadería Zalya, representada por el experto repostero José de Jesús Páramo, quien compartió la receta tradicional de su familia de más de 100 años para que sean muchas personas más quienes degusten el legendario pan.