Es un clásico, uno de los espectáculos más bellos del cosmos, y ahora el telescopio espacial James Webb lo ha visitado de nuevo.
Los llamados “Pilares de la creación” son nubes densas de hidrógeno y polvo en la constelación Serpens, a unos 6.500 años luz de la Tierra.
Cada gran telescopio ha captado esta escena, siendo las imágenes más famosas las del observatorio Hubble en 1995 y 2014.
El James Webb nos ofrece otra perspectiva increíble más. Esta es una región activa de creación de estrellas.
Webb, con sus detectores infrarrojos, es capaz de ver más allá de los efectos de dispersión de luz que tiene el polvo de los pilares para examinar la actividad de los soles recién nacidos.
“Llevo estudiando la nebulosa del Águila desde mediados de los años 90, intentando ver ‘dentro’ de los pilares que mostró el Hubble, buscando nuevas estrellas dentro de ellos”, le dijo a la BBC el profesor Mark McCaughrean, consejero senior de Ciencia para la Agencia Espacial Europea.
“Siempre supe que cuando el James Webb captara fotografías de ellos, serían deslumbrantes. Y lo son”.