*Humberto Félix Bérumen compartió interesantes relatos y reflexiones acerca de lo que fue Tijuana y lo que ahora es relatado en su último libro Tijuana (en) la desmothernidad
En Tijuana, ciudad caracterizada por su efervescencia cultural y artística se llevó a cabo la feria literaria ImaginArte en el centro de lo que hoy es el IMAC (Instituto Municipal de Arte y Cultura). Con un programa lleno de literatura, teatro y una explanada llena de libros intercambiables por latas o comida no perecedera en donativo a casas hogares.
Félix Berumen, escritor, editor, crítico, académico y ensayista mexicano. Autor de más de una decena libros y colaborador de antologías cerró con bronche de oro este evento haciendo un recuento de lo que fue Tijuana, provocando la nostalgia en varios de los presentes.
No obstante, no faltó la sinceridad del autor confesando que Tijuana es un desmadre o haciendo referencia a su libro un tremendo desmother; aunque no solo en terminos peyorativos, pues este caos es el que ha hecho a Tijuana hogar de muchos creadores y artistas.
Como ciudad que lo único que tiene como denominador común es la diversidad, no se puede hablar de una identidad tijuanense porque no la hay y eso es lo que la hace tan única.
“La mejor relacion con Tijuana es la que han mantenido varios poetas y escritores, una relacion de amor odio. Una relacion de amor porque la queremos y nos duele lo que le pasa a Tijuana y de odio porque somos críticos para ver los defectos y los errores que se cometen en la ciudad”, comentó Félix Berumen.
De igual manera se presentaron libros como “Brevedades fulgurantes” de Alessandra Sarmiento por la Editorial Amazonas y “Mi identidad en el cine” de Juan José Camacho Romo.
Además de que el recinto, también fue espectador de un altar de muertos y lecturas en atril con un cierto sentido humorístico que alegró la tarde de los presentes, quienes dedicaron horas a festejar el arte y cultura palpante en la ciudad, un espacio indefinible y terrible, pero noble, fueron los adjetivos ganadores de esta velada.
“No obstante, Tijuana seguirá riéndose de nosotros y de nuestras definiciones; pero es nuestra, nuestra al menos temporalmente”, finalizó Laura Elvira moderadora del evento.