MEXICALI.- Las lesiones o malestares en los senos podrían considerarse situaciones benignas, tanto por la paciente como por algunos médicos cuando se trata de una mujer joven, sin embargo, es fundamental que siempre se descarte la presencia de cáncer, a fin de no retardar un diagnóstico oportuno que permita hallazgos en etapas tempranas.
Recientemente personal del Hospital Materno Infantil de Mexicali participó en la ponencia del Dr. Kenet Fitch Picos, quien expuso el tópico denominado “Importancia del Diagnóstico Temprano de Cáncer de Mama en la Paciente Joven”.
El galeno indicó que el hecho de que se considere que el cáncer de seno se trata de una patología de mujeres mayores de 40 años puede suponer que algunas pacientes autodescarten cualquier malestar y no acudan a tiempo a su médico, o bien, que éstos no las refieran con especialistas para confirmar que realmente se trata de una situación sin peligro para la salud.
Lo anterior redunda en un retraso en el diagnóstico mínimo de tres meses y entre tres y cinco atenciones en servicios de salud previas a iniciar un tratamiento. Por lo anterior, los criterios en la atención de estos casos deben cambiar a fin de lograr la supervivencia de estas pacientes y con ello reducir las afectaciones sociales, económicas y familiares.
En México, abundó que se estima que el 66% de los casos de cáncer de seno se detectan en etapas avanzadas, lo cual influye en el pronóstico del tratamiento, por lo cual es necesario seguir insistiendo a todas las mujeres a realizar una exploración mamaría desde edades tempranas, sobre todo si se tienen antecedentes de esta naturaleza en su familia.
Fitch Picos indicó que los hallazgos de una investigación en la que formó parte arrojó que el 53 % de las pacientes menores a los 40 años no sospecharon que fuera cáncer su padecimiento cuando presentaron las primeras molestias.
Del universo de mujeres estudiadas menores a los 40 años, se encontró que un 49% tuvo más de cinco consultas previas, mientras que sólo un 30% de las mujeres mayores a los 40 años pasó la misma experiencia, lo cual demuestra un retardo en el diagnóstico.
Recordó que cuando un cáncer es palpable o visible se puede sospechar una evolución de por lo menos 10 años de la enfermedad en forma silenciosa. Por ello, se hizo una recomendación muy enfática a las mujeres con antecedentes familiares de cáncer de seno en mujeres jóvenes a realizar estudios profundos 10 años antes de la edad en la que le fue detectada la enfermedad a su ser querido.
