Ucrania asegura haber conseguido ganancias significativas contra las tropas rusas, retomando más de 3 mil km² de territorio en los últimos días.
“No sobreestimes la habilidad de Ucrania para sorprender”, me dijo un alto funcionario militar estadounidense a comienzos del verano, cuando Rusia continuaba avanzando en el Donbás.
La capacidad de Ucrania para sorprender se ha convertido en una insignia de esta guerra. Primero forzaron la retirada de Rusia de Kyiv, la capital, y luego realizaron ataques en Crimea, península bajo dominio ruso desde 2014.
Ahora está ocurriendo una sorpresa más en el este del país.
A pesar de un avance lento, agotador y costoso para su ejército, Rusia había conseguido sus mayores conquistas en esta zona. Ahora es Ucrania quien avanza aquí, recuperando miles de km² de territorio en cuestión de días.
Las mayores conquistas ucranianas se han producido en el este alrededor de Járkiv. El último informe de inteligencia de Reino Unido indica que los territorios liberados comprenden alrededor de más de 3.000 km², aunque es difícil concretar por las continuas batallas y el vetado acceso de periodistas a la primera línea.
Ucrania dice haber capturado ciudades clave e importantes como Izyum y Kupiansk, centros logísticos que usaba Rusia para suministrar a sus tropas en el Donbás. Solo esas pérdidas suponen un tremendo golpe para el ejército ruso.