El gobierno francés declaró que el país se enfrenta a la peor sequía registrada que ha dejado más de 100 municipios sin agua potable.
Un comité de crisis coordina los esfuerzos para llevar agua a esas zonas donde “no queda nada en las tuberías”, según las palabras del ministro de Transición Ecológica, Christophe Béchu.
El uso del agua está restringido en 93 regiones y se espera que la sequía continúe al menos durante las próximas dos semanas.
En julio sólo llovió en Francia 9,7 mm, lo que supone el mes más seco desde marzo de 1961, según el servicio meteorológico nacional Meteo-France.
En España, los medios locales informaron que la ausencia de lluvias y las altas temperaturas han obligado a varias comunidades y ayuntamientos a imponer restricciones en el consumo de agua, especialmente en Galicia, Cataluña y Andalucía.