Después de presenciar el centro de espectáculos “Black Box” abarrotado y sintiéndome partícipe de esta especial noche de jueves en Tijuana, me atrevo a escribir de este sitio utópico que Caloncho describe y dibuja, a detalle, en cada una de sus canciones.
Lugar donde promueve la atención plena, la buena voluntad, los mensajes positivos y el cuidado del medio ambiente. Espacio en el que es sencillo compartir el amor por la música y, como ocurrió en su concierto en la ciudad tijuanense corear las canciones y éxitos del músico por alrededor de una hora y media.
Indudablemente la versatilidad y el mix de géneros basados en música tropical, reggae, indie pop y rock sumado a la tranquilidad de la voz y timbre de Caloncho hace que cada tema sea memorable y las letras de sus canciones se convierten en himnos para sus fanáticos.
Entre los momentos más especiales de la noche, puedo rescatar cuando el artista tocó parte de sus éxitos más conocidos, el más nuevo “Somos instantes”, “Chupetazos” y uno de los más alabados por el público “Optimista”, canción con la que el intérprete y compositor cerró esta noche mágica, a coro con miles de personas que cantaban sus más famosas líneas, “Todo bien, al cien…”.
Estas palabras vienen, si es que no fue muy obvio, de una seguidora fiel del músico sonorense, que espera seguir siendo partícipe de este mundo utópico y escucha de estas letras que traen un poco de calma y alegría a la vida de cualquiera.