* Por Fernanda López
Semanario Balún Canán/ Tijuana BC (SBC).- Los últimos días me he topado constantemente con acusaciones de abuso de poder de parte de las autoridades. Desde noticias que comparten amenazas por parte de una empleada de la Fiscalía General de la República al verse involucrada en un accidente de tránsito, hasta abuso de la fuerza por parte de agentes del cuerpo policial que lamentablemente terminaron en el deceso de un ciudadano.
Es doloroso darnos cuenta de la brutalidad policial y el mal uso del poder que se le concede a los altos cargos de nuestro Gobierno. Poder que debería ser utilizado para el bien comunitario, para la protección de los ciudadanos y no la agresión a los mismos.
Pretender esconderse tras un cargo que la misma ciudadanía les ha brindado solo muestra la carencia de valores específicamente de estos individuos que no hacen buen uso de su posición. En este sentido recalcó el específico, el grupo aislado que comete estas atrocidades y sale impune, pues sabemos que no todos son iguales y sería inhumano hablar desde la generalidad.
Sabemos que hay buenos policías, buenos funcionarios públicos, pero al escuchar estos sucesos decepcionantes muchas veces nos es imposible lograr separar los que sí se esfuerzan por hacer bien su trabajo, de los que solo abusan del poder que se le ha concedido. Como sociedad deberíamos ser capaces de confiar en la profesión que se encarga de protegernos, y no tener siempre el miedo de las acciones que estos puedan tomar ya sea a favor o en contra de nuestra persona. A México le hace falta confianza en su seguridad, más cultura de denuncia y menos comentarios que difamen el sistema que nos tendría que proteger ante cualquier circunstancia.
