Una inmensa capa de espuma que sale de un río contaminado ha llegado hasta la puerta de las casas de los habitantes de Mosquera, un pueblo a 22 kilómetros de Bogotá, quienes están cada vez más angustiados por este fenómeno que, aunque no es nuevo, se ha incrementado en la temporada de lluvias que atraviesa el país.
El olor es fétido y el viento se encarga de dispersarlo rápidamente junto a la espuma contaminada, mientras los habitantes del barrio Los Puentes, ubicado a la ribera del río, continúan con su vida cotidiana.
Gonzalo Roa, habitante del sector desde hace 40 años, aseguró que la contaminación del río causa enfermedades respiratorias en los niños y la espuma estropea las puertas y ventanas de las casas. “Ya llevamos muchos años en esta situación”, reclamó.
La autoridad ambiental de la zona explicó, a través de su oficina de prensa, que la espuma contaminada está aumentando por la cantidad de detergentes que se vierten en los ríos, sumados a las recientes lluvias.