El “nuevo alcalde” designado por las fuerzas rusas en Mariúpol anunció ayer que “unas cinco mil personas” murieron en esta ciudad del este de Ucrania asediada desde hace semanas por el ejército ruso y sus aliados separatistas.
El “edil” prorruso, Konstantin Ivashchenko, indicó además que “un 60% a 70% de las viviendas fueron destruidas o parcialmente destruidas” en esta ciudad portuaria del mar de Azov.
Estos balances son menos graves que los reportados por las autoridades ucranianas.
Ivashchenko declaró que 250 mil personas habían dejado la ciudad, pero que la misma cifra, o incluso 300 mil, seguían en Mariúpol.
Estas citas son extractos de una entrevista que la agencia rusa de noticias TASS anunció para el viernes.
Las autoridades ucranianas hicieron un balance “prudente” de cinco mil muertos, pero añadieron que podría haber “decenas de miles de víctimas civiles” y que la ciudad estaba destruida “al 90%”. Por otra parte, Rusia está bombardeando objetivos de infraestructura para desgastar al gobierno y al ejército ucranianos mientras se prepara para un nuevo asalto sobre el este del país, dice el Ministerio de Defensa de Gran Bretaña.
