Rusia intensificó ayer su ofensiva en el Donbás, pero continuó los bombardeos en Chernígov y la región de Kiev, pese a haber anunciado un día antes “una reducción radical” de la actividad militar en el norte ucraniano.
El Estado Mayor General de las Fuerzas Armadas de Ucrania afirmó ayer que las tropas rusas continúan retirándose de los territorios de las regiones de Kiev y Chernígov, pero consideró que Rusia sólo “ha renunciado temporalmente al objetivo de bloquear” la capital ante “las importantes pérdidas” que ha sufrido. Indicó que Rusia “está acumulando fuerzas en la zona de exclusión de la planta nuclear de Chernóbil”. El portavoz del Ministerio de Defensa de Rusia, Igor Konashénkov, precisó hoy que Moscú lleva a cabo una “reagrupación programada” de las tropas rusas en ambas regiones para poder centrarse en la “liberación del Donbás”.
Sirenas y misiles en el norte
“Hubo bombardeos en Chernígov, en la región de Khmelnytsky, varios misiles fueron derribados sobre Kiev”, aseguró ayer el asesor del Ministerio de Interior Vadym Denysenko, a las televisiones locales. “El enemigo demostró una ‘disminución de la actividad’ en la región de Chernígov al atacar Nizhyn”.