El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, llegó a Bruselas, donde hoy participará en tres cumbres para reforzar la respuesta aliada a la invasión rusa de Ucrania.
Biden comenzó así su tercer viaje a Europa en menos de un año, una gira que también le llevará el viernes a Polonia, el país más afectado por la crisis de refugiados derivada de la guerra en Ucrania.
Al llegar, el mandatario intercambió un breve saludo con el primer ministro belga, Alexander De Croo, y con los tres embajadores estadounidenses con sede en Bruselas, antes de dirigirse a su hotel.
Biden participará en la cumbre extraordinaria de líderes de la OTAN y también en las posteriores de la Unión Europea (UE) y el G7, destinadas a consolidar las posturas de Estados Unidos y sus aliados ante la invasión iniciada por el presidente ruso, Vladimir Putin.
En coordinación con sus aliados europeos, Biden anunciarán sanciones a oligarcas y políticos rusos, y acordará con el G7 una iniciativa para coordinar la implementación de todas las restricciones impuestas a Moscú y dificultar cualquier intento de esquivarlas. Las nuevas sanciones golpearán entre otros a más de 300 miembros de la Duma, la cámara baja del Parlamento ruso, según el diario The Wall Street Journal.
Rusia expulsa a diplomáticos estadounidenses
Rusia anunció la expulsión de diplomáticos estadounidenses, en represalia por medidas similares tomadas por Washington contra 12 miembros de la misión rusa ante la ONU a principios de marzo.
“El 23 de marzo, una lista de diplomáticos estadounidenses declarados ‘persona no grata’ fue entregada al jefe de la misión diplomática estadounidense (en Moscú), que fue convocado al Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia”, indicó un comunicado de la cancillería rusa.
“La parte estadounidense ha recibido un aviso firme de que cualquier acción hostil de Estados Unidos contra Rusia recibirá una respuesta resuelta y apropiada”, agregó.
A comienzos de mes, Washington informó del inicio “del proceso de expulsión de 12 agentes de inteligencia de la Misión Rusa que han abusado de sus privilegios de residencia al participar en actividades de espionaje adversas para nuestra seguridad nacional”.
El embajador ruso en Estados unidos, Anatoli Antonov, denunció una actitud “hostil”.