El Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA) entregó un contrato por poco más de 26 millones de pesos para el control de fauna nociva como ratones, hormigas, moscas, mosquitos, gatos y perros, así como aves silvestres que puedan afectar las actividades del complejo aeroportuario, el cual se inaugurará el próximo 21 de marzo.
En el fallo de la licitación AIFA-LPN-DO-SVS-002/2022 se detalla que la empresa de participación estatal mayoritaria creada para operar el AIFA decidió entregar este contrato anual por 26 millones 400 mil pesos a la empresa Servipro de México S.A de C.V.
“El servicio consiste en ejecutar las medidas de control para mitigar el riesgo que ocasiona la fauna nociva en el área operacional del Aeropuerto Internacional ‘Felipe Ángeles’ de Santa Lucía y los reportes derivados por avistamientos de fauna, coadyuvando así con la seguridad, regularidad y eficiencia de las operaciones aéreas”, se lee en el texto.
Se detalla que este servicio integral se efectuará las 24 horas de los 365 días del año en la parte aeronáutica del AIFA, esto por medio de técnicas avaladas por la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat).
Además, se indica que la empresa deberá de realizar recorridos simultáneos en la parte aeronáutica, tanto el personal operativo como el personal de plagas, donde se identificarán la fauna presente y se aplicarán estrategias de control para cada una de las especies que representen un riesgo para las operaciones.
Se indica que la empresa contratada deberá contar con una plantilla mínima de 10 biólogos, seis médicos veterinarios, tres biólogos médico veterinario zootecnista, así como tres auxiliares de apoyo en control de plagas, cuatro auxiliares y un biólogo administrativo o carrera afín.
La licitación indica que se deberá contar con 20 caños de gas durante las 24 horas en áreas donde se presente mayor abundancia de fauna, los cuales serán colocados en áreas designadas por la coordinación de control de fauna y bajo las condiciones del estado del tiempo.
También deberá haber cuatro repelentes electrónicos para aves depredadoras para ahuyentarlas por medio de sonidos, “los cuales deberán estar debidamente adaptados a las dos camioneras y estar encendidos cada vez que se avisen grupos de aves”, y tener una cobertura de sonido mínima de tres mil metros.
La empresa también deberá instalar 10 redes de niebla que se utilizarán como una herramienta adicional para los inventarios de la riqueza de especies de aves y para el monitoreo de las poblaciones.