Un legislador ruso está animando a los residentes de las zonas controladas por los rebeldes en Ucrania a unirse al ejército de Rusia, una señal de que Moscú sigue intentando integrar esos territorios en la medida de lo posible, en medio de los temores occidentales de que Rusia esté planeando invadir suelo ucraniano.
El legislador Viktor Vodolatsky alegó ayer que los residentes de las regiones controladas desde 2014 por los rebeldes, respaldados por Rusia, temen los ataques de las fuerzas ucranianas y que quienes tengan pasaportes rusos serían bienvenidos en el ejército.
“Si los ciudadanos rusos que residen (en los territorios) quieren unirse a las Fuerzas Armadas rusas, el comisariado militar regional de Rostov los registrará y reclutará”, aseguró Vodolatsky, vicepresidente de la comisión parlamentaria sobre relaciones con países vecinos, citado por la agencia estatal de noticias Tass. Rusia ha otorgado pasaportes a más de 500 mil personas en los territorios. Vodolatsky dijo que los reclutas servirían en Rusia, pero eso deja abierta la opción de que puedan unirse a cualquier futura fuerza de invasión.
Rusia ha concentrado unos 100 mil efectivos en su suelo cerca de Ucrania. El secretario de Defensa de Estados Unidos, Lloyd Austin, advirtió el viernes que el presidente Vladimir Putin podría usar cualquier parte de esa fuerza para apoderarse de ciudades ucranianas y “territorios significativos” o para llevar a cabo “actos coercitivos o actos políticos de provocación”.
Rusia niega que esté planeando una invasión, pero sostiene que Ucrania representa una amenaza para su seguridad y exige que la OTAN prometa que nunca permitirá que Ucrania se una a la alianza militar occidental. Además, el Kremlin exige que la alianza suspenda el despliegue de armas cerca de las fronteras con Rusia y que retire sus fuerzas de Europa del Este.