Las compañías de seguros de gastos médicos privadas en Estados Unidos (EU) estarán obligadas a partir del próximo sábado a cubrir los gastos de la pruebas caseras de COVID-19: serán hasta ocho las que paguen al mes para sus asegurados.
El gobierno del presidente Joe Biden anunció el cambio ayer lunes, mientras busca reducir los costos y facilitar la realización de pruebas diagnósticas de COVID-19.
La nueva política establece que todos los estadounidenses podrán adquirir pruebas caseras gratuitas mediante su seguro o presentar los recibos de compra de las mismas para obtener un reembolso, dentro del límite mensual por persona. Por ejemplo, una familia de cuatro integrantes podría recibir reembolsos por hasta 32 pruebas caseras al mes.
Los análisis de PCR y pruebas rápidas que sean ordenados o administrados por un proveedor médico seguirán siendo cubiertos en su totalidad por la aseguradora, sin que exista un límite.
Joe Biden enfrentó críticas durante la temporada de fiestas decembrinas debido a la escasez de pruebas rápidas caseras en momentos en que los estadounidenses realizaban viajes para reunirse con sus familiares y se registraba un repunte de casos impulsado por la altamente contagiosa variante ómicron. Ahora, el gobierno realiza gestiones para facilitar el acceso a pruebas caseras de COVID-19, tanto aumentando el suministro como reduciendo los costos.
En los próximos días, el gobierno federal lanzará un sitio web donde se pondrán a disposición 500 millones de pruebas rápidas caseras a través del servicio postal. El gobierno también incrementará la instalación de centros de pruebas de emergencia en las zonas donde se reporten los repuntes más marcados.
Las pruebas pagadas por las aseguradoras reducirían drásticamente los costos para muchos estadounidenses, y el gobierno espera que retirar ese obstáculo para facilitar las pruebas caseras resulte en una disminución en la propagación del virus que permita un regreso más rápido de los niños a las escuelas y que las personas se reúnan con mayor seguridad.
“Todo esto es parte de nuestra estrategia general para incrementar el acceso a las pruebas caseras de fácil uso y sin costo alguno”, dijo el secretario de Salud y Servicios Humanos, Xavier Becerra, en un comunicado. “Al requerir que los planes privados de salud cubran los gastos de las pruebas caseras de la población, aumentamos la capacidad de los estadounidenses para obtener pruebas gratuitas siempre que las necesiten”.