Un niño en Alabama que pesó menos de medio kilo cuando nació y cuya madre entró en trabajo de parto 21 semanas y un día después de la gestación, ha sido certificado como el bebé más prematuro en sobrevivir.
“No sabemos qué deparará el futuro para Curtis ya que no hay nadie más como él”
El Libro Guinness de Récords Mundiales y el Hospital UAB de Alabama anunciaron el miércoles que Curtis Means, quien solo pesó 420 gramos al nacer, estableció el nuevo récord. Nacido 132 días prematuramente el cinco de julio de 2020 con un mellizo que no sobrevivió, Curtis ahora se encuentra saludable a los 16 meses de edad.
El doctor Brian Sims, quien fue el médico principal, dijo que las estadísticas muestran que un nacimiento tan prematuro prácticamente no tiene posibilidades de sobrevivencia, pero Curtis superó las probabilidades.
“Solemos aconsejar cuidados paliativos en situaciones de nacimientos tan prematuros”, dijo Sims en un comunicado de la Universidad de Alabama en Birmingham, que administra el hospital. “Esto permite a los padres sostener a sus bebés y valorar el poco tiempo que podrían tener juntos”.
Récord Guinness: la lucha por la vida
En lugar de eso, Curtis se fortaleció y le dieron de alta después de 275 días en el hospital. Al principio necesitó ayuda de terapeutas para usar la boca y comer.
“Finalmente poder llevar a Curtis a casa y sorprender a mis hijos mayores con su hermano más pequeño es un momento que siempre recordaré”, dijo la madre Michelle Butler de Eutaw, Alabama, en un comunicado.
Se considera que un feto está en término a las 40 semanas, pero Butler entró en trabajo de parto estando embarazada con mellizos poco después de la mitad de ese periodo. Fue transferida al hospital ABC, que tiene una unidad de cuidado intensivo neonatal donde dio a luz a Curtis y C’Asya.